You Are My Best Gift.

28. Sam

La crisis se apoderaba de mí.
Era viernes, y no sabía absolutamente nada de lo que estaba pasando.
Heather no me dirigió tanto la palabra durante biología y Haden no me quitaba los ojos de encima. Me sentía incómodo, marginado y tonto al mismo tiempo.
Bueno, diré todo con que estoy siendo atacado por Haden sin razón alguna:

-¡Polly! -llamó con la mirada en el libro - ¡nombra una ley de Newton!

-¿inercia? -dijo ella

-¡bien! -sonrió- ¡Sam! Nómbrame siete elementos de la tabla periódica, con su número, de qué está compuesto y su abreviación.

¿Qué? Ni siquiera me he aprendido la tabla periódica...

-¿uh...?

-¡INCORRECTO! -señaló él- Detención, mañana a las nueve te veo aquí.

¿Qué?
Quería alegar, pero decidí quedarme callado. Como siempre.
Nadie dijo nada sobre la injusticia, así que me dediqué a mirar mis dedos por el resto de la clase. De vez en cuando miraba con discreción a Heather pero ella no volteaba a verme, tenía un gesto serio y triste. Quería hablar con ella, pero se dedicó demasiado en la clase que, casi olvidó que estaba a su lado.
Era como ser invisible para los demás. Y solo me importaba ella.

Después de toda la clase nada relevante pasó.
No vi a Heather y a Bailey en el recreo y tampoco logré pensar en una razón lógica por la que hayan faltado en el almuerzo.
No creo que se estén separando de mí.... Yo le gusto a Heather, ¿no?
Se supone que somos muy unidos... Se suponía.

Llegué a mi cuarto y poco después le informé a Ginger sobre la detención con la cara en vista a mis pies:

-¡pero tú nunca has ido a detención! -exclamaba con los brazos cruzados
Hice una mueca de incomodidad.

-Será la primera y la última. Lo prometo.
Ella soltó un suspiro y me miro en súplica.

-Eso espero, Samuel.

Y luego comencé a hacer mi tarea en mi cama mientras Cole hacía su trabajo de Artes. Lo miraba atentamente con el rabillo del ojo y claramente podía ver que tenía dificultades para dibujar... Lo que sea que estaba dibujando.
Yo volví rápido hacia mi libro de historia y continué leyendo.

Cole te hablará cuando menos te lo esperes. Siempre has hecho su tarea de artes, esta no será una excepción.

Él gruñó de frustración.
Volteé a verlo y cruzamos miradas. Pero él rápidamente se apartó y continuó su asunto.

Vaya, se resiste.

A los veinte minutos acabé mi tarea y miraba discretamente a Cole trabajar con escuerzo en su trabajo.

-...¿necesitas ayuda con eso? - dije con delicadeza. Al momento me arrepentí de haber hablado.

-no.

-bueno... Si quieres yo...

-¡No Sam! -gritó en exasperación- ¡ya te lo dije!

Callé de inmediato.

-Lo siento.

-¡claro que lo sientes! Debes de ser cociente de lo que has hecho, me has perdido y no podrás arreglarlo ¿de acuerdo? No necesito tu ayuda, no necesito a un idiota  ¡no te necesito!

No podrás arreglarlo.
No te necesito.
Me has perdido.

Oh, Árbol. Llévame contigo.

-de acuerdo. -me oí decir.

-de acuerdo.

Mi vida era como una especie de novela dramática: no podía estar en calma por un segundo porque todo lo negativo y triste giraba entorno a mí. Era como ser absorbido entre un hoyo oscuro, frío y sin fondo. Recordándote todos tus problemas, errores y malos recuerdos.
¿Por qué?

Mi crisis estaba haciendo efecto. Y no podía evitarlo.
Cole me odiaba, Haden me castigaba y Heather ... Ni siquiera tenía palabras para describir mi estado actual con ella. Al principio, todo era como un río transparente lleno de agua pura que seguía la corriente. Pero ahora todo era como un desierto que no dejaba de tener tormentas de arena cuando se le diera la gana.
¿Qué estaba pasándome? ¿Acaso hay algo mal en mí?

Tenía que hallar una solución.

3/7
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