Donde YoonGi con 18 años entra en celo siendo violado a la fuerza por un poderoso Alpha mujeriego, quedando embazado, iniciando con una difícil vida para un Omega que sin marca empieza a serse responsable de su único amor, su pequeño hijo de 3 años...
De camino hacia el hospital millones de emociones se hicieron presentes en mi mente, angustia al querer saber más sobre el embarazo de mi omega, presión al jamás darme cuenta de que Yoongi portaba otra vida en su vientre, ansiedad de querer llegar lo antes posible.
No querían estas emociones alejarse de mi pecho como un irritante martirio, mientras los recuerdos vividos pasaban como fotos ente mis ojos, los mismo que no dejaban de mirarle en cada maldito momento. Siendo atendido por los paramédicos, los cuales trataban sus signos vitales, y se aseguraban del bienestar del bebe en camino.
Pero su rostro se encontraba cada vez más frio y los latidos se volvían débiles, señal clara que alertaba a mi Alpha que me desgarraba desde dentro queriendo salir para ayudar a su destinado.
Aprete las manos de Yoongi en todo momento soltando de mis feromonas para que su omega me sintiera a su lado, y que se diera cuenta que jamás lo soltaría.
Mire con preocupación la sangre que no dejaba de salir de su cuerpo que estaba siendo tratada con urgencia para que parara hasta llegar al hospital, pero al estar en una ambulancia todo era más limitado solo el molestoso sonido de la maquina que dejaba un pitido estaba avisando de mi omega, y que estaba peligrando, cada minuto que pasaba era de suma importancia.
Quería gritarles que se movieran todos y me dejaran estar con mi propio omega para salvarle la vida, pero las lágrimas caían como cascadas de mis ojos y mis manos temblaban envuelto en pánico.
Miedo... Sentía mucho miedo.
De perder nuevamente lo que más amaba.
¿Mi omega nos podía dejar?, ¿Es tan cruel el destino para quitarme la felicidad de nuevo?
Si mi omega muere en mis manos no sobreviviría...
Aturdido aprete su mano y llame suavemente su nombre para besar una de sus mejillas, notando como lentamente abría sus ojos y me miraba con sus ojos brillosos casi apagados.
—J-jimin...mi Alpha — Jadeo con dificultad tomando mis manos para llevarlas a sus labios. — E-eres un inútil, e-el hombre que acabo y me sano al mismo tiempo a este pobre omega... —Escupió sangre ante cada palabra que salían de sus labios. — P-pero te amo... No sabes cuanto quise alejarme, irme... Pero creo que es hora de que me vaya... S-sálvalo, si estoy peligrando.... S-son tus hijos... — Susurro con lágrimas bajando de sus ojos soltando una sonrisa entre sus comisuras cerrando sus ojos con pesadez.
Mientras todo a mi alrededor se borraba y las frecuencias cardiacas explotaban en la máquina, dejando un tormento en mi mente al verle soltar mis manos para quedar en un silencio aterrador.
Los paramédicos trataban de alejarme de mi omega al comenzar a hacerle reanimaciones, pero no podía dejarle solo. Me negaba a soltar su mano sin dejar de llorar desconsolado llamando de su nombre para que volviera abrir sus hermosos ojos, una y otra vez gritaba entrando en la misma locura al no ver reacción.
Pero Yoongi estaba perdiendo mucha sangre y no quería reaccionar, mi animal descontrolado ataco a los médicos y paramédicos que trataban de ayudarle siendo imposible salvar a mi omega.
Solo había una forma de calmarme y no era una opción en estos minutos vitales, así que un fuerte sedante ataco mi cuerpo cayendo en la inconciencia en unos segundos soltando de su mano.
¡No te dejare llevarte a mi omega, has escuchado!
Fue lo último que mi animal y yo gritamos al unisonó.
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Desperté a las pocas horas del incidente en la ambulancia, recostado en una camilla de hospital con una venda en mi cabeza y un dolor insoportable por todo el cuerpo al levantarme, no me quedaría a quejarme tenía que saber cómo estaba mi omega.
Desconecte el suero de un solo movimiento hasta sangrar, tomando mis pertenencias y correr en los pasillos llamando a mi omega sin mirar atrás. Mi cuerpo solo se movía ante mis piernas que no dejaban de recorrer como un loco los pasillos, hasta encontrar el quirófano con los familiares de Yoongi llorando entre las sillas, mientras caminaba hacia ellos perdiendo el equilibrio ante el fuerte zumbido en mi cabeza.
Logrando llegar hacia ellos para seguir mi camino hasta la puerta donde mis pies cayeron sin fuerza, siendo abrazado por sus amigos que me consolaba sin decir ninguna palabra.
Mis ojos sin vida los miraba esperando alguna explicación sobre mi omega, pero nadie podía decir nada y los minutos pasaban como unas malditas horas infernales.
Hasta que el doctor salió de la cirugía con su equipo médico preguntando por los familiares del omega tratante, parándome del suelo para tomar del cuello al doctor y azotarlo en la pared exigiendo que hablara antes que mi animal acabara con él.
Todos en el salón quedaron expectantes y ayudaron a despegarme del médico para que hablara sobre la operación de mi omega. Pero no podía quedarme quieto con su maldito silencio que, hacia enloquecerme, agradecía que Hoseok me sujetara porque los hombros porque estaba a nada de cometer un crimen.
— E-el paciente omega.— Carraspeo arreglando su camisa y su bata para seguir mirando a los familiares. — Min Yoongi, estuvo a punto de perder la vida en dos oportunidades, pero pudimos estabilizarlos... Al perder tanta sangre y al ser tan grande el ataque su omega ingreso en un coma para recuperarse de las lesiones en su cuerpo, y no sabemos cuándo podría despertar, necesitamos de su Alpha en todo momento que lleve durmiendo y así esperaremos su siguiente diagnostico en unas cuentas horas más. — Bajo la cabeza y se despidió entrando al salón nuevamente.
Sacando a mi omega de la operación para llevarlo a su habitación, donde estaría hasta que despertara del coma siendo atendido por las enfermeras al estar embarazado siendo un claro peligro por si empeoraba.
Yoongi no nos dejaba, pero en cambio decidía entrar en un sueño profundo sin despertar. Incluso con aquella buena noticia mi animal bajo la cola y no quiso mostrar señales de presencia dejándome en un vacío existencial.
Mi omega... Ya había decidido una decisión importante antes de pensar en su compañero, primero se curaría, curaría al bebe y después se preocuparía de su segunda mitad que sufría con la soledad sin su presencia.
Aprete mis puños y solté lagrimas silenciosas caminando en silencio hasta su habitación para quedarme a la espera de sus mejoras sentado en una de las sillas mirándole.
No me sacarían de este lugar hasta que mi omega se recuperara, solo quería pensar que estos días no fueran un verdadero infierno porque acabarían conmigo y que este tiempo de sufrimiento durara pocos días.
