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Algo en mi interior se removía inquieto, lograba llegar a sentir como mi lobo quería salir de mi cuerpo y correr hacia mi trabajo, de una forma necesitada, mi interior ardía y mi corazón de forma alocada bombeaba. Pero nada podría hacer, Park no vendría a buscarme, de seguro debía estar mas ocupado en satisfacer sus necesidades de Alpha, que venir a su hogar a saber de mí.

Baje las escaleras tratando de tranquilizarme un poco, mi respiración parecía fallar. No entendía que me pasaba, mi celo no vendría dentro de meses y estas nuevas sensaciones parecían abrumarme, despeje mi mente.

Quizás necesitaba de aire libre, pasear por los jardines de Park, de alguna forma parecía calmarme.

No era más que media noche, y la luna tan hermosa parecía hacerme un camino hacia mi lugar favorito. Seguro era un lugar muy preciado para Jimin, se encontraba algo oculto, pero eso no quitaba lo hermoso que era.

Los árboles, más específico los cerezos y pinos, le cubrían y una pequeña puerta se posaba de forma majestuosa por enfrente. Ingrese como todos mis días en esta residencia, como si esta parte me fuera tan cercana, como si se uniera de alguna parte de mí.

Divisando la laguna que muchas veces fue fuente de mis lágrimas, ahora parecía incluso iluminarse más. No entendía como este pequeño lugar lograba tranquilizarme nunca antes lo habría visto, ni mis recuerdos más profundos.

— Parece que le gusta el lugar secreto del amo. —  Una voz femenina a mis espaldas me hablo. Pero se escondía bajo la oscuridad del lugar desierto, asustando a mi omega pero no lograba encontrar peligro ante su dulce hablar hacia mi persona.

— Es un lugar hermoso, no logro entender porque se haya oculto. — Hable sentándome en alguna de las bancas, divisando como de apoco una risita acompañaba el correr de la laguna. Hasta ver una silueta esbelta, hermosa, una hermosa omega se encontraba en el mismo lugar que yo.

— Eres un omega hermoso, no me temía que el amo sepa apreciar a sus juguetes. — Su voz en esta vez decaía, en el momento que nuestros ojos se cruzaron, apartándolos de tan hermoso ser.

Yo... —Las palabras no salían de mis labios, se encontraban mudos ante la joven causando efecto contrario al parecer a ella le causo otra risa mas contagiosa, calmando mi interior.

— Soy Taeyeon, una criada de esta mansión. — Se presento la omega, sentándose a mi lado. Esperando mi nombre, aquella presencia lograba calmar mi interior hecho un asco.

— Soy YoonGi, Min YoonGi. — Me presente posando mis ojos felinos bajo su tenue mirada calmada.

— Es impresionante que el amo, este cuidando de ti. — Contaba la omega, llamando toda mi atención a sus palabras, alborotando mi omega que giraba en círculos. — Se puede oler el fuerte aroma del amo en tu piel, y del como estas en perfectas condiciones, ya me aterraba encontrar moretones, y esas feas golpizas en tu cuerpo. —

Abrí mis ojos ante su relato, ahora podría entender mejor el trato con sus demás omegas. Pobrecito de ellos, Park era una caja de emociones tan parecida a la caja de pandora, cada día encontraba un nuevo Jimin, tan diferente y aterrador.

— Yo, bueno, no sabría que decir. — Confesé rascando mi nuca un poco cohibido.

— No digas nada omega, me alegra que estés bien. — Susurro apartándose de inmediato, alertando mis sentidos al reconocer el aroma de Park acercándose al lugar.

La joven bajo la mirada hacia la mía, con extrañeza para despedirse y correr por el lugar apartándose de mi presencia.

Pero lo extraño y que parecía llenar mi interior, era otro aroma nuevo para mis sentidos. Tan tenue pero llamativo, mi omega salto en mi interior rasguñando, lastimando mis sentidos.

Hasta notar las siluetas más cercas, quería correr quería lograr saber quién olfateaba aquel aroma a Alpha, temía lo peor. Pero eso no dejaba de lado que estuviera ansioso.

— ¡Papy! — Grito un pequeño Alpha, no presentado todo su ser presentaba, su aura y aroma reflejaban un potente Alpha, que seria un grandioso Alpha y lo que más llamó mi atención, fue que no era cualquier niño o infante.

Era mi hijo...

"Jihoon".

¡Mi hijo!

No note en que momento me encontraba entre sus brazos llorando, como un chiquillo pequeño, pero mis ojos no dejaban de lanzar lágrimas, su aroma bañaba lentamente mi cuerpo, y mi omega gimoteaba de gozo, mi pequeño ángel estaba a mi lado, estaba conmigo.

Fue en ese momento que la presencia de Park desconcertó a mi Omega, ahora si estaba aterrado, extrañado.

Solo agarre con firmeza a mi hijo aquel que se restregaba en mi cuerpo, aferrado a mí. Levantándome para enfrentar a lo que Park quisiera, pero no sin antes pelear por mi hijo.

Min... — Su voz, sonaba baja mirando la escena de mi omega desafiándolo, si creía que le dejaría hacer lo que quisiera con mi hijo, primero pasaría por mí.

— ¡No te acerques Alpha! — Grite enfurecido, mi pequeño solo se limitaba a esconderse bajo mis piernas sin dejar de lado el impregnar su aroma.

Tranquilo omega, no es lo que crees. — Gruño, apartando mi mirada molesta para volver hablar, para volver a posar sus ojos culpables ante mi mirada. — Lo encontré en el trabajo.

Mis ojos se abrieron de sobre manera, bajando la mirada a mi pequeño el cual apretaba mis piernas, sin lograr hacerme daño.

— Bebé, ¿Quién te trajo? — Pregunte, pero al instante me sorprendí al notar como mi cachorro alzaba la mirada escondiendo mi cuerpo atrás de él.

— Tío Jinnie, ¡Jihoon atacara a Alpha malo! — Contesto, sacando sus pequeños colmillos sin moverse.

Tranquilo enano, no les haré nada. — Sonrió Jimin, acercándose al menor el cual mordió su manita al intentar hacerle cariño a su cabello. — ¡Maldito enano! — Se quejo Park, pero mi angelito solo soltó una risita.

— ¡Alpha malo, nu acercarse! — Gruño el infante arrugando su naricita.

¡Igual tu padre es mío! — Exclamo Jimin agarrando mi muñeca para acercarme a él, de forma infantil, pero a los segundos mi bebe nos aparto para gruñirle a Park. — Mimado. — Chasqueo la lengua el Alpha cruzando sus brazos.

— No entiendo Jimin, ¿Porque lo has traído? — Aquella pregunta me rondaba en la mente, al igual que su cercanía. Sin dejar de lado que mi pequeño de casi 4 años estaba presentándose Alpha, se supone que solo podían saber su genero al entrar a preescolar a sus 10 años.

— Es tu hijo, supongo que tienes derecho a estar unos días con tu malcriado hijo. — Bufo Jimin para retirarse del lugar, dejándome solo con mi pequeño que gruñía la partida de Park. Supongo que le molestaba la presencia de Jimin.

Apreté mis puños al sentir a mi omega mas inquieto, y la sensación agradable en mi estómago. Odiaba tener estos sentimientos hacia Jimin, pero sin duda se lo agradecería.



"Lustrum" » |JimSu. «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora