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Seok Jin sabría en lo que se metía al traer a un menor de edad, en un trabajo complemente peligroso esa misma tarde fue a comunicar la huida de Woozi, para que la pareja no se preocupara del menor, si tuvo una fuerte pelea, para después consolar a un descompuesto omega que lloraba la partida de su fiel amigo.

Jin se prometió dejar un día de aventura para el pequeño que jugaba en su hogar, agradecía que a veces cuidara de sus sobrinos, pues gracias a ellos tendría juguetes para el menor.

Las horas pasaban y sus ansias por ver al omega con su hijo se hacían mayor su corazón picaba por ver la escena del rencuentro entre padre e hijo.

Se vistió con sus diminutas prendas, agradecía que NamJoon le dejara pasar tiempo a solas, aquel Alpha de fuerte apariencia parecía tener un corazón noble, a pesar de ser apodado "Monstruo", para Jin parecía un Alpha completamente distinto al estar con él.

Sonrió en grande al ver su fino collar de regalo posado en su cuello, quizás no debería sentirse así pero joder aquel Alpha babeaba por él, y su lado omega se sentía grandioso ante ello.

No negara que cuando NamJoon le pidió volver a renovar su contrato, sus ojos brillaron. No quería aceptarlo pero aquel moreno estaba conquistando su complicado corazón.

Volvió a posar su mirada en el menor, que jugaba tranquilo. Sin dejar de reír, la risueña vocecita del infante llenaba por completo el corazón del omega castaño sin duda el pequeño era una fiel copia de su padre, como tambien de su padre Jimin.

Debía tener cuidado con este último, lo que menos quería era dañar al pequeño cachorro.

Tomo su móvil y marco a NamJoon para que le viniera a recoger, no sería malo contarle un pedacito de historia a su Alpha.


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Jin completamente embobado seguía a su Alpha, aquel que le empotraba en su oficina, dejando al pequeño niño en un sillón apartado de la escena para mayores, esto no estaba en los planes de Seok Jin pero su lado omega pedía atención por su Alpha, y este por su omega, sus destinados se juntaban entre besos apasionados.

Y el infante, miraba anonadado todo para él era una aventura, una de las que su tío Taetae les contaba cada noche antes de dormir. Pero al estar sentado escuchando sonidos raros, prefirió mejor tomar la aventura por sus propias manos, explorando el lugar.

Sonrió en grande al percibir nuevos aromas, su nariz empezaba a picar y sus colmillos ardían, más que los otros días, su olfato empezó a guiarlo.

Apretó sus dientes al salir por completo de la habitación abrumadora, dejando el aroma asfixiante de aquella fea oficina. Camino por los largos pasillos, guiándose de su nariz, la cual empezaba a trabajar.

Gruñendo al caer, chocando con algo inmenso para el menor mostrando sus pequeños colmillos para la amenaza. Pero una risa fue acompañada de un aroma familiar, el cachorro alzo la mirada encontrándose con el Alpha malvado.

Arrugo su nariz, y empezó a gruñir más alto desafiando al Alpha que le miraba con una sonrisa en sus labios.

— Creo que ya nos habríamos visto enano. — Hablo Jimin, achicándose a la altura del menor. El cual no dejaba de gruñirle, mirándole a los ojos notando en los del cachorro, un odio hacia su persona.

— ¡Papá...YoonGi...! — Exclamo acercándose al Alpha que no dejaba de sonreír.

Aunque ahora que lo pensaba como el menor habría llegado, hablaría con YoonGi. Tendría complementé prohibido acercarse a su hogar...

¡YoonGi, joder el omega no se habría presentado a trabajar hoy!, pues no paso en casa la noche pasada. Se maldijo unas mil veces, y cuando sintió la mordida en sus piernas gruño en desacuerdo.

¡Joder mocoso! — Jimin mas que enojado haría respetarse, lo haría le haría saber al mocoso insolente a que Alpha debería comportarse, aun a pesar que el infante era un Alpha en crecimiento.

Seguía siendo mayor, y esa cosa debería temerle.

Pero aun a pesar de estar enojado, recibiendo más gruñidos por el cachorro, algo en su interior se removió, analizando mejor al cachorro, recordándole su infancia cuando apenas era un cachorro y estaba a cuidado de su familia, mientras cenaba unida, felices.

Apretó sus puños, levantándose sin querer mirar al menor, el cual extrañado le miraba. Siguiendo sus pasos, Alpha malvado debería ser castigado.

Jimin no dejaba de mirar al infante que le seguía, seguro de sus pasos con la mirada en alto, ese mocoso sería un Alpha sin duda, y ya presentaba su propio aroma.

Su corazón se agito al notar sus mejillas rellenitas, y esos ojos a juego felinos por inercia toco sus mofletes, idénticos a los del menor que volvía a gruñir al notar la mirada del Alpha malvado en él.

Su Alpha se removía en su interior extrañado, queriendo explicaciones. Aquellas sin respuestas por parte de Jimin...

"Lustrum" » |JimSu. «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora