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Esconder a mi pequeño hijo en el trabajo era demasiado peligroso, muchas miradas al asecho, y una inocencia que cuidar, mientras el pequeño Min escurridizo, miraba con demasiada adoración todo el lugar, escabulléndose para investigar más el terreno.

Claramente que Kim Seok Jin no saldría vivo esta noche, después de lo que mi adorado hijo me habría contado de su huida de la casa de sus tíos, y que estos no sabrían del desde aproximadamente tres semanas que llevaba conmigo.

No quería imaginar la preocupación del par, después de darse cuenta que el pequeño Woozi se abría escapado.

El enojo me bañaba, y mis incontrolables ganas de matar a cualquier ser vivo que intentara acercarse a mi o a mi cachorro salían de mis poros.

Agradecía que ningún cliente se propasara, mi hijo solo se quedo tranquilo al estar sentado en una mesita lejos del lugar, jugando con mis pertenencias.

Pero sabría de ante mano que mi pequeño no se quedaría tranquilo hasta que Park Jimin, dejara de perseguirme a donde quiera que iba para toquetearme. Desde que abría explotado en su oficina, su nuevo pasatiempo favorito era sacarme de mis casillas.

Recordándome el pequeño acuerdo que abríamos quedado de mi hijo, en donde solo se quedaría un mes más con nosotros, ya que según Park Jimin, sino quería que mi hijo tuviera traumas de nuestros encuentros sexuales, lo mejor seria que se fuera.

Y muy a fondo de mi corazón aunque doliera, prefería que las cosas fueran así, a traumar la vida de mi cachorro, que estaba en proceso de crecimiento.

Tampoco quería que viera en lo que su héroe favorito se habría convertido.

Baje la mirada apenado la angustia no tardo en invadirme, los recuerdos inéditos que pasaban por mi mente, era una tortura que tendría que vivir hasta que la vida no me diera más oportunidades.

Las pesadas lagrimas ya rodaban por mis mejillas, cambiando el ambiente del lugar.

Sino me tomaba un tiempo, el aroma triste bañaría el lugar, y los clientes atacarían molestos, di una ultima mirada a mi cachorro y partí rumbo al baño de empleados.

Prefería morirme a pasearme por el baño público, de tan solo pensarlo las nauseas me atravesaban la garganta.

¿Quién sabe qué cosa me encontraría por ahí?

Era ridículo siempre verme en el espejo, y ver como mi rostro se deformaba mientras pasaban los días, el brillo resplandeciente de mi blanquecina piel se estaba marchitando, al igual que una bella flor sin sus retoques de sol. Mi alegría me la habían arrebatado, y mi rayito de luz de igual forma.

"Era un pobre omega sometido a un Alpha sin corazón."

Desperté de la ensoñación de golpe, al encontrarme rodeado de unos brazos varoniles, tensando mis músculos, que de nuevo jugaban en mi contra, mientras mis fosas nasales parecían descontrolarse, al reconocer tan afrodisíaca fragancia, en conjunto de un embriagante aroma a alcohol.

Sin dudarlo era Chanyeol, el cual borracho se restregaba en mi cuerpo tensado, no entendía que parte de mi vida habría hecho mal para merecer toda esta tortura. 



"Lustrum" » |JimSu. «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora