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Un toque, un segundo toque en mi mejilla, para terminar con una mordida fueron suficiente para despertarme del todo, gruñí en desacuerdo removiéndome inquieto en mi propia cama de mi propio cuarto y mansión infestada de un malcriado.

Encontrándome con la gratificante imagen de un YoonGi abrazando a su retoño, aquel que no dejaba de matarme con su mirada felina, por otro lado, un omega durmiendo como si su vida dependiera de aquello, sin importarle que su adorado hijo me dañara en mi territorio.

Por inercia toque mi mejilla dañada, la cual sangraba levemente incomodándome enormemente, otra vez dejaba que el diablito se saliera con la suya.

Aquel enano era un dolor en el culo, ¿Cuánto más esperaría para que se fuera aquel infante?, cada día su presencia se hacía más eterna, trayendo más problemas a mi cabeza hecha un asco, miles de dudas entraban en mi cabeza, como mi odio hacia los cachorros inservibles.

Dos semanas pasaban desde que aquel enano se encontraba con nosotros, quitándome a mi omega de mis garras, controlando nuestras vidas, para el omega no parecía molestarle. Pero joder, aquel enano insoportable me hacia la vida difícil, y por alguna razón mi lado Alpha no funcionaba del todo para darle su merecida paliza.

Mientras más trataba más daño me producía el intento.

Cada noche prefería salir a divertirme, ya que YoonGi se encontraba con su hijo. Supongo que, teniendo su momento familiar, cosas de omegas supongo, tampoco sabría cómo lidiar con un omega con su cachorro en desarrollo.

Y tampoco esperaría que su hijo me lastimara en cada intento de acercarme al omega, prefería pasar unas noches de placer, que volver a mi tiempo de abstinencia.

Aquel Jimin del pasado, se quedó en el pasado. Ya no habría vuelta atrás del vulnerable Alpha que perdió a su pareja, aquel que intento con todas sus fuerzas morir como el inocente de su esposo, aquel que no tenía la culpa, su hijo tampoco la tendría.

No tenía la culpa de tener un padre ambicioso, viendo solo el lado bueno de tener una buena vida.

Aquella que trajo tantos problemas.

Aquella que era su culpa.

"Mi gran irresponsabilidad".

Odiaba tener estos recuerdos, el ver con esos pequeños ojos su odio reflejado. Sin quitar su mirada de mí, culpándome como si aquel enano supiera mi pasado, como si fuera parte de mí.

Me molestaba el tener que lidiar con él, quizás era mi culpa el gran odio que genere al infante, pero joder jamás espere que aquel cachorro fuera un Alpha.

Supongo que el padre del niño estaría feliz con su presencia, si es que tendría alguno.

— Alpha idiuta — La irritante voz del menor despejo mi mente, para rodar los ojos. Era impresionante como el intento de Alpha lograba arrebatar mi humor, todos mis estados de ánimo.

¡No Alpha detente! — Exclamo YoonGi jadeando, soltando lágrimas al despertar abrazando a su retoño aquel que de forma protectora protegió a su padre de mi atenta mirada.

Pero mi mente no reaccionaba, mi cuerpo paralizado solo temblaba, un recuerdo vago invadió mi cabeza. Logrando que un dolor punzante, casi agonizante me invadiera, cegando mi alrededor.

En el momento exacto que domine un omega, una noche de invierno...



"Lustrum" » |JimSu. «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora