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Después de la desastrosa noticia, no solté a mi pequeño hijo, el cual no se quejaba de que le mimara, solo necesitaba de mi hijo para subirme todo los ánimos.

Aunque ahora lo peor se me avecinaba, pero ya estaba con todos lo ánimos puestos nuevamente para buscar de un trabajo. Hoy tendría trabajo en la cafetería así que podría preguntarle a Seok Jin si me ayudaba con esto.

Así que de un salto ya estaba en la bañera, tratado de limpiar de mi cuerpo, no ocultaría que aún le tenía un gran asco a mi cuerpo, que no había un día en que no sintiera el asco de ser tocado por ese hombre, de sentirle en las noches observándome, hasta lo perturbante que era su sonrisa y su risa al juntarse con mi cuerpo.  

Pero sobre todo el gran temor del que le entrara la curiosidad a mi bebe, de querer saber quién es su otro padre, y de solo pensarlo ya descomponía de mi estómago.

Tendría tanto en mi cabeza que podría pasar horas y horas en la ducha, claro si estuviese solo. Pero ahora tendría a mi hijo, y este estaba pendiente de mí, parecía un perrito siguiendo a su amo.

— ¡Ya voy mi amor! — Grite para empezar a vestirme con la ropa correspondiente del trabajo.

Notando como mi angelito, ya con su bolso me esperaba para desayunar, si bien siempre me avergonzaba con lo poco que comíamos, ya que no podría hacer mucho, el dinero nos faltaba demasiado.

Pero con tal de dejarle el estómago con algo adentro me dejaba contento, después Taetae le consentiría como siempre lo hacía, si hasta podría notar lo rechoncho que estaba mi pequeño de tanto que lo mimaba Hobby y Tae.

Así que al estar listo, tome la manita de mi hijo y partimos rumbo a la casa de mis mejores amigos, los cuales al recibirnos no dejaron de mimar a mi soñoliento bebé que solo pedía dormir, pero ante los abrazos y besos de estos, aquello estaría bien lejano para mi pequeño.

Me despedí y subí a mi auto a dirección a la cafetería, hoy tendría jornada de todo el día, para mi estaba bien, ahora necesitan hacer quizás hasta el doble de la jornada para empezar a juntar para la renta y otros gastos.

Solo pude dejar de pensar al ver un lujoso automóvil que de forma irrespetuosa se posaba en mi pista, haciendo que frenara de golpe.

¡Que se creía ese ricachón en doblar en segunda pista como si fuera de su propiedad, por poco y le choco!, pero solo recibí del contrario un dedo significativo para mí, que solo me hizo enrabiar más.

Así que gire el manubrio y me pose a su lado, viendo lo más obsceno que mis ojitos estaban observando, como una rubia le hacía una felación, es que esto ya me estaba colmando la paciencia y este como si nada me miraba con su sonrisa lasciva.

Se podría notar el gran poder que tendría aquel Alpha, la rubia disfrutaba de los mimos en su cabello, solo hacía que más asco le tuviera a los Alphas.

Y cuando pretendía irme, aquel estúpido empezó a gritarme, haciendo que mi aliento prácticamente se me fuera de los pulmones, podría reconocer esa voz, aunque solo pedía que mi subconsciente estuviera jugando conmigo. Pero al parecer no era eso lo que estaba pasando justo ahora, conocía a ese Alpha.

Esa sonrisa que solo hacía que sus mofletes se escondieran en sus rasgados ojos, igualitos a los de mi hijo... Justo cuando iba a ver su rostro por completo, el semáforo cambio de color.

Solo pude tomar el volante y correr a mi trabajo, saltándome muchas faltas pero solo quería escapar de eso, esperando que todo haya sido producto de mi imaginación. Y que solo necesitaba descansar más porque ya estaba delirando.

Los nervios empezaban apoderarse de mí, y sino fuera porque habría llegado habría tenido otra crisis en mi auto.

Salí como pude de mi auto después de estacionarlo, notando como mis piernas flaqueaban y mi vista se nublaba a cada paso que daba.

— YoonGi, ¿Te encuentras bien? — Pregunto un preocupado Seok Jin al notar lo pálido que me encontraba y como tambaleaba de un lado a otro, necesitaba un café, y uno bien cargado.

— ¡Seok Jin necesito de tu ayuda! —Exclame al sentarme en una de las sillas, cortesía de Jin que no dejaba estar mas de pie, su mirada mataba, nunca negaría lo contrario.

— Bien ahora dime YoonGi, ¿Qué fue lo que paso? — Pregunto un preocupado Seok Jin analizando aun el temblar de mis manos.

— Nada Jin, solo me despidieron en esta mañana, y ahora tengo un gran lió, no tengo ni idea de  cómo encontraré un trabajo, cómo pagare las cuentas. —Podría seguir hablando, sin notar como mis mejillas soltaban lágrimas, y como un preocupado Seok Jin me abrazaba.

— Tranquilo cariño, saldrás de esta. —La dulce voz de consuelo de Seok Jin siempre me ayudaba, aunque claro está que con lo que me habría pasado nadie podría ayudarme.

— Necesito que me consigas trabajo, en el mismo trabajo que tienes tú. —Solté las palabras, sin pensarlas, solo necesitaba de un trabajo urgente, también de olvidar lo que sucedió hace solo unos segundos atrás.

— Pero... Escucha YoonGi necesitas saber de algo antes que puedas entrar en él... .


"Lustrum" » |JimSu. «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora