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(042)

Todo se habría ido a la gran mierda, la habitación era un sepulcro, nada parecía tener vida más que nuestras respiraciones erráticas, rebatida en temor, mi cachorro gruñía sin dejar de removerse en los brazos de Seok Jin, el cual petrificado veía como NamJoon se acercaba a la cama en pasos silenciosos, sentía al omega de Jin asustado dando pequeños temblores ante el pánico de la situación.

Del como el fuerte aroma a Pinos y robles llenaba la habitación, y mi celo se intensificaba cada vez más, torturando mi delicado cuerpo sudoroso. Todo dolía, mis músculos se tensaban ante cada espasmo nuevo, y el incómodo lubricante que no dejaba de salir por mi parte trasera, la urgente necesidad de tocarme, de rosar mis piernas a las húmedas sabanas.

Este celo sin duda estaba atacando más fuerte que los anteriores, tan fuerte como la primera vez que perdí la virginidad.

Inmediatamente mis ojos se llenaron de lágrimas, y mi estomago volvió a doler, chillando en mi interior por un Alpha.

"Por mi Alpha"

— Con esto serían los últimos trámites, todo empezara a iniciar el martes, Park Jimin. — El chico sonrió en grande, al ver esa sonrisa de satisfacción en el Alpha, que estrechaban sus manos en un nuevo negocio con rotundo existo.

Nada más a Park Jimin, le encantaba la sensación de mismísimo poder cuando las cosas salía bien, esa exquisita necesidad de presenciar que todo marchaba bien, que todo estaba a su gusto, y que nadie se lo negaría, al ser alguien de bastante importancia.

Relamió sus labios al imaginar cuanta fortuna ganaría, con su nueva adquisición.

Grecia no sonaba tan descabellado, para iniciar trámites para fundar Lustrum por el extranjero, si ya lo habría logrado con estados unidos, ¿Por qué no terminar dominando las bajas calles con sus impecables prostíbulos?

Un nuevo dolor de cabeza le ataco, y tendría bastante papeleo que rellenar y una sesión con omegas en la noche, de alguna forma necesitaba liberarse, luego de que su omega estuviera completamente recuperándose en manos de su hermano.

Gruño molesto ante la pasada charla, antes de desaparecer hecho una furia.

Park Jimin odiaba que le dieran ordenes, el daba las ordenes y todos le escuchaban. No permitía, lo aborrecía el hecho de saber que su hermano le diera consejos de como tratar a un omega.

El más que nadie sabría lo que hacía con su vida, y lo que pasaba en ella.

Porque razón su hermano incompetente se le ocurría una buena idea, el darse como el buen hermano mayor, cuando paso la mitad de su adolescencia cuestionándose hasta drogarse para olvidar sus problemas.

Mientras su querido hermano mayor se encontraba con su padre en que sabe que cosa, sin ser consecuentes si quiera saber como se encontraba su hijo menor, el cual parecía matarse con sus problemas existenciales.

— ¡Ash!, ¡Joder! — Grito envuelto en cólera, golpeando sus puños en la mesada.

Su dolor de cabeza aumentaba, y su interior ardía, sintiendo la necesidad, la urgencia de su omega...

YoonGi le llamaba.

Jamás espero que se encontrara en su automóvil, manejando como si su vida dependiera de aquello. Y su lobo al parecer no quería cooperar, jodiéndole toda su existencia, arañando, aullando por socorrer a su pareja.

Jimin no quería aceptar que su lobo actuaba extraño, ante "Min YoonGi".

Lo que partió como unas buenas noches de juegos, una grandiosa aventura, termino en un martirio en su interior.

Necesitaba alejarse de Min, aun a pesar que todo esto era su culpa al mantenerlo a su antojo, no pensó en las consecuencias.

Y ahí se encontraba con la respiración errática, pesada, saliendo disparado al departamento de su hermano, sin importarle dejar todo tirado, solo necesitaba saber como se encontraba el omega.

Solo por esa razón Park Jimin habría ido. 

¿Verdad?

No se tomo la molestia de tocar la puerta, la pateo sin interés alguno en que terminaría pagándola después, pero YoonGi era su prioridad.

— ¡N-namJoon...detente! — La ahogada voz de Seok Jin, llamó la atención del Alpha fijándose inmediatamente en la escena que se montaba delante de sus ojos.

En el momento que sintió aquel delicioso aroma, tan grandioso que parecía un campo repleto de árboles y una completa libertad absoluta.

YoonGi había entrado en celo, y Seok Jin protegía al omega que hecho una bolita lloraba sin control. Manteniendo a su retoño bajo sus brazos maternales, no dejando que nadie más tocara su nido de amor, su pequeña familia.

Mientras Namjoon atacaba a Seok Jin por el cuello.

Un Alpha al ser estimulado por las feromonas de un omega en celo, jamás se comportaría como la persona quien fue, sino mas bien su lado animal saldría a flote mostrando lo más bajo que era su raza al ser dominado, sin complicaciones algunas por su lado oculto.

Park Jimin no se quedó atrás, y furioso ataco a su hermano desatando quizás la pelea más fea que habría tenido con su hermano en la vida, en donde dos Alphas peleaban como dos grandes bestias, sin importar lo demás. Un cachorro lastimado, y un omega que sufría por su celo agobiante.