(044)

5.1K 674 60
                                    

En definitiva, nada estaba logrando tranquilizarme, mientras más larga se hacia la espera por parte del estúpido de Park, más dañado mi cordura quedaba, los jadeos que casualmente salían de mis labios, ahora eran grititos de frustración, mi omega estaba indignado, dolido.

¡Joder mi omega habría hecho en su estado tan desastroso y lamentoso, un jodido nido!

Y Park idiota Jimin, desapareció como si la tierra se lo hubiera tragado vivo, hubiera preferido mil veces, que NamJoon lo matara de una buena vez, que estar en celo esperando que su asquerosa presencia apareciera de una maldita vez.

Cansado y sudoroso, maldije en mil demonios existentes.

Un omega no necesitaba de un Alpha para calmar de sus celos, ¿Verdad?

Gruñí entre las calentitas mantitas, apartando la sudadera de Park en menos de unos segundos. Tratando de levantar mi gelatina de cuerpo, por mucho que quisiera romper el desastre de nido que mi omega habría hecho para su Alpha, seria un desperdicio estar escuchando como mi omega sollozaba por aquello, sin que este lo viera antes.

En estos momentos solo me importaba meter de mis dedos, con urgencia, y terminar de una buena vez todo este martirio que me encontraba sintiendo.

Al estar empapado de lubricante, no me seria muy complicado meter de mis dedos. Puede que sea un poco inexperto en estos casos, y que Jimin hiciera la mayor parte, al menos que recordara.

Tendría un hijo menor en casa, no se me permitía de perturbar a mi cachorro, solo las mantitas cálidas y fuertes dolores eran mis más sinceros aliados para mis días de celo.

Camine tambaleándome de un lado a otro hacia mi habitación, dejando la desolada habitación de Jimin con mi nido en él. Sintiendo como en cada momento que mis prendas tocaban de mi cuerpo, un poco de lubricante salía de mi agujero, y como mis piernas pesaban cada vez que un nuevo calambre se apoderaba de mí.

La vista se me dificultaba, y mi cuerpo temblaba, al menos no faltaba mucho en llegar. Solo esperaba que esta noche acabara, y que mi celo terminara antes de matarme como última opción.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Tres dedos se encontraban en mi interior, acariciando de mi delicada entrada que apretaba de una forma sublime mis largos dedos. Mi cabeza escondida entre las almohadas, y mi trasero perfectamente alzado, terminaba de dejar una erótica escena de esas películas para mayores.

Mis piernas estilizadas dejaban mostrar la humedad de mi entrada, dejando pequeñas estelas de brillo, hasta terminar de bajar y mojar las sabanas.

No encontraba la mejor forma de penetrarme, sin dejar de sentir la ausencia de mi Alpha. Adentrando y sacando mis dedos, para volver a meterlos hasta el fondo, tocando mi próstata la cual dañada dejaba mandar corrientes por todo mi cuerpo tembloroso.

"Lustrum" » |JimSu. «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora