¿Esto es en serio?, mi indignación se podía sentir saliendo por mis poros, ante la molesta mirada de Seok Jin, que trataba de despegarse de Park NamJoon, que le perseguía como un perrito regañado tras su amo, quien le ignoraba rotundamente.
Pero lo que más me molestaba, era la sonrisita en su rostro al notar lo baboso que estaba el moreno, ante el omega caprichoso.
Seok Jin me estaba ocultando cosas, y sobre tod, se trataba de alguien, ¡Malditamente poderoso!, ¡El hermano de Jimin!, ¡Joder era Park NamJoon!, ¡Primera cabecilla de los Park!
Seguí con mi molesta mirada, tratando de matar al castaño que se paseaba por las mesas meciendo sus caderas, atendiendo a los clientes que no paraban de llegar al local. Mejor dicho mansión.
Mordiendo mis labios ante lo agobiante que era trabajar en este lugar, no se podía vivir con tranquilidad, sin que manos se colaran a manosearte por doquier, gruñidos de Alphas molestos, y sobre todo de altos estatus.
Maldecía en voz baja, ante un llamado de uno de los clientes solicitando mi atención, trate de mantener una sonrisita en mis labios, como humedeciéndolos. Tratando de mantener lo bastante baja mi falda, para que no se me notara nada para la imaginación. Aunque esto era algo bastante estúpido, ya que de por si era diminuta, y no llegaba a tapar más que mis bragas rosas, dejando en completa vista mis muslos y parte de mi trasero.
Seguí con mi camino meneando las caderas, para que la diminuta falda se moviera ante los encantadores movimientos de mis caderas. Como odiaba tener que comportarme así, pero las reglas eran reglas, y necesitaba cada dinero para mi pequeño, del cual esperaba que se encontrara bien.
Unos pares de ojos me analizaban por completo, sin perder cada detalle de mi cuerpo, el que empezaba a arder del asco, y de la rabia. Que esos descarados, pulgosos y horribles Alphas siempre se salieran con la suya, en toda las circunstancias, me aborrecía.
Se podía notar los altos linajes, como fuertes aromas de Alphas con bastante poder económico. Y antes sus sonrisas de cómplices, siguieron con sus miradas lujuriosas en mí.
Tratando de ignorar sus manos por mis caderas, y los constantes coqueteos por su parte, tome sus pedidos y escape lo más rápido que pude de sus vistas, que parecían desnudarme mientras me perdía por los largos pasillos de la mansión.
Al llegar al mostrador en donde se encontraban mis demás compañeros de trabajos, pude respirar mejor, soltando mi enojo y molestia retenida en mi interior. Cualquiera que se acercara, y olfateará sabría de mi molestia.
Me senté en una pequeña silla, y trate de controlarme, no quería espantar a nadie, ni mucho menos fastidiar a mis demás compañeros que no dejaban de mirarme, y darme palabras de aliento.
Agradecí sus buenas intenciones, pero no dejar siempre pasar esto.
Estaba bien que sean comensales poderosos, además de Alphas. Pero esto era un trabajo, no noble eso estaba claro, pero de igual forma era un trabajo al fin y al cabo, y solo pedíamos piedad, y clemencia en ello, éramos omegas vulnerables, con una mala calidad de vida, que solo busca dinero para poder sobre vivir, tan mal estaba eso para ellos.
Que solo pensaban en follar y satisfacer sus necesidades, para eso estaban los "Sugar babys", para que dejaran de joder a los que no tenían nada que ver con ese cargo.
Apreté mis puños y solté un gruñido, mordiendo mis labios ante lo ansioso que estaba de patearles las bolas a cada Alpha que me faltara el respeto.
Era una gran pena que no pudiera lograr este cometido con park Jimin, que ganas no me faltaban al verle.
Tome las ordenes pendientes, y nuevamente me dirigí a las mesadas, entregando encargos, como atendiendo, fingiendo una sonrisa en mis labios ante los coqueteos, manoseos y palabras de mal gusto de bocas obscenas, lo de siempre.
Seok Jin por otra parte se encontraba perdido de mi vista, ante la llegada de aquel par de Alphas molestos que no dejaban de mirarme en todo momento. Como necesitando de mi atención en ellos, ante cada orden insignificante, como un vaso con agua.
Mis piernas pesaban, ante distintos aromas varoniles, algunos más fuertes que otros, pero siempre me mantenía fuerte, no dejaría que mi Omega cayera tan bajo, ante las feromonas de Alphas malditos que no dejaban de pedir atención por un Omega, que les moviera las caderas, y cayeran a sus pies.
La jornada ya estaba por terminar, y ya afuera estaba amaneciendo. Las órdenes no dejaban de pedirse ante las horas, y los Alphas no dejaban de molestar con sus maldita feromonas.
Solo pedía llegar a dormir, y rogar porque Park estuviera cansado, así solo dormiría. Y dejaríamos las molestar sesiones de joderme en diferentes poses.
— ¡Dije café! — Grito un Alpha enojadísimo alzando su voz, lanzando a montones feromonas agrias, demostrando su total enojo.
— D-disculpe. — Se escuchó un susurro débil por parte del omega, que agachaba la mirada, mientras sus ojitos se cristalizaban.
— ¡No entiendes omega inútil, nada hacen bien!, ¡Solo son juguetes sexuales para nosotros! — Gruñía escupiendo cada palabra, hiriendo a nuestra clase.
Mientras el pequeño omega, no dejaba de temblar ante el dominio de su omega, que trataba de mantenerse fuerte ante un Alpha enojado, nada más se podría hacer más que mostrar sumisión.
Molesto, mucho más que molesto, irritando, totalmente fastidiado. me acerque en la escena, no dejaría que ese Alpha hijo de puta, siguiera hiriendo al chico con sus palabras.
Gruñendo en desacuerdo me pose por delante del chico, el cual jadeo ante mi suave toque al apartarlo. Desafiando al Alpha, que parecía medir dos metros de alto, su cuerpo era de desear como su lívido dominio de su lado animal.
Lástima que su Alpha fuera un hijo de puta más del montón.
— ¿¡Quién jodido te crees tú omega de mierda, en meterte en conversaciones ajenas!? — Me pregunto alzando la mano, ya podría sentir el golpe en mi piel, pero no me retractaría de aquello, si era para cuidar a los míos me importaba poco cada golpe en mi piel.
Del cual jamás llego a mi rostro, ni toco mi cuerpo, un gruñido bestial se escuchó por toda la mansión, haciéndome chillar en mi lugar. Ante el firme contacto por mis caderas, mientras Park me escondía por detrás desafiando al Alpha, que no se dejaba dominar por el dueño del lugar.
Típico egocentrismo de todo Alpha.
Solo bastaron gruñidos, malas palabras de ida y vuelta, y ya se encontraban peleando, mientras golpes venían y golpes iban, desatando un caos entre dos Alphas bastantes territoriales.
Ninguno se dejaba vencer por el otro, y esto no solo asusto a los omegas que se alejaban con miedo del lugar, era patético ver como dos inútiles Alphas se desangraban ante los golpes feroces por sus cuerpos, ante cada pelea insignificante que podría arreglarse de forma mas tradicional como una simple conversación, solo me quede inmóvil sin reaccionar mientras la gritería me empezaba a marear.
NamJoon no tardo mucho en llegar, y la hora laboral fue dada a acabo.
Todos se retiraban molestos otros con una sonrisa por sus labios, al lograr conllevar con un omega de sus servicios, o sea cual sea su motivos, solo iban felices.
De Park no pude saber del, solo sé que NamJoon se lo llevo a algún lugar apartado y nosotros no encargamos de limpiar el lugar, abarrotado de basura.
Terminando la jornada con un Alpha mal herido, y un omega llorando ante la escena pasada. Lamentándose al ser un inútil y no haber prevenido antes, y para joder todo. Park aparecía por la puerta principal, más que enojado ante mi desobediencia.
Lo que me faltaba para terminar un mal día.
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"Lustrum" » |JimSu. «
FanfictionDonde YoonGi con 18 años entra en celo siendo violado a la fuerza por un poderoso Alpha mujeriego, quedando embazado, iniciando con una difícil vida para un Omega que sin marca empieza a serse responsable de su único amor, su pequeño hijo de 3 años...