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Nuevamente la maldita alarma reproducía aquella molesta melodía, como en todas las mañanas, si bien se me hacía bastante tarde para ir al trabajo solo tenía en mente una cosa, el dormir y quizás un año entero.

Después que Jihoon haya tenido esas múltiples pesadillas, apenas podría pescar el sueño, sino hasta que este se encontrara profundamente dormido a mi lado.

Y el tener que lidiar con los llantos lastimeros de mi pequeño, solo me estrujaban el corazón, no estaba preparado para que mi niño armara tan grande problema.

Pero las cosas ya estaban hechas, solo esperaba que Woozi no pasara por lo mismo esta noche, o moriría del sueño, cuando más lo necesitaba en mi vida.

Seguía con las intenciones de dejar pasar las horas, sino fuera porque un pequeño pelirosa apenas abría sus ojitos, examinando la habitación para abrazarse a mi pecho.

— Ya es hora que te levantes, Papy. — La melodiosa voz de mi pequeño solo me hizo entrar en razón, para que de un salto tocara el alfombrado piso.

Si bien podría pasar días sin comer, con tal de no ir a trabajar podría hacerlo. Pero al tener un pequeño escurridizo todo se me complicaba, habrían más bocas por alimentar. Un gastadero enorme con el pequeño pálido, que pedía por doquier sus cosas, claro que sin ninguna maña, eso era lo que más me encantaba de mi hijo.

— Hoy te dejare al cuidado del tío Taetae, ¿Esta bien mi amor? —Preguntaba al empezar a buscar mi ropa para ir a bañarme, pero al escuchar un pequeño quejido supe que a regañadientes aceptaba.

Aún era menor para cuidarse solo, con solo imaginar a mi revoltoso solo en casa, se me revolvía el estómago, cuando Woozi era mi mayor prioridad en toda la vida.

— ¡Mi amor!, ¡Arregla tu bolso, me baño y desayunamos! —Gritaba al entrar al baño, solo una ducha para sacar los malos pensamientos de las mañanas.

Quién lo diría que en ese día que aquel Alpha habría abusado de mí, cambiaría tan drásticamente mi vida, el tener que lidiar con que la gente me mirase con sus perjuiciosos ojos, con solo el simple hecho de no estar marcado.

¡Que les importaba a ellos si aquel puerco me había marcado o no!, solo agradecía que solo me hubiera violado y no mantenido a su lado como un simple esclavo.

Ya se cumplían tres años desde que habría pasado aquella atrocidad y nunca más lo volví a ver, cuando muchas veces trate de pasearme por esos lugares, solo para que me ayudara.

Estaba asustado llevaba un mes de embarazo, apenas sabría que hacer de mi vida, pero como si del viento se tratara se esfumo de mi vida.

Ahora vivía en una pequeña casa que apenas podía mantener, tenía un trabajo de secretario, no era lo que esperaba y la paga era mala, pero para estos momentos todo servía.

Gracias a dios tenia a Taehyung y a Hoseok, que me brindaban su ayuda y cuidaban de mi pequeño.

Porque sino no sabría qué hacer con mi pequeño, porque al llevarlo al trabajo iba en contra de las reglas.

Seguiría con mi pequeña ensoñación, cuando una vocecita llamaba de mi nombre, notando como la cosita más bella pasaba por la puerta del baño, en conjunto a su bolso y su mantita, tratando de bostezar sin que esta cayera de sus brazos.

Sin duda nunca me lo negaría, que haber dejado con vida a Jihoon fue la decisión más madura y sabia que haya tenido en toda mi puta vida.

— ¡Mi amor ya voy! —Torpemente me tapaba secándome rápidamente, seguramente mi bebe tendría hambre y yo metido en mi ensoñación.

Solo tome lo justo y necesario y salí del baño, seguido de un pequeño que tambaleándose me seguía por detrás.

Trate de hacer un mini desayuno exprés por la hora, si llegaba de nuevo tarde me despedirían y eso sería horrible, un empleo menos.

Así que unas buenas tostadas, un vaso de leche y ya para mi pequeño pelirosa era lo mas sabroso del mundo mientras devoraban todo a su paso.

Nuevamente dejaría pasar esta mañana de desayuno, sabría que esto no era bueno para mi jornada alimenticia pero era lo que podía hacer en estos casos.

Y cuando mi pequeño termino, solo basto tomarle de la manita y correr al auto, no era uno muy moderno pero al menos servía para transportarme.

— Bebé abróchate, iré por ti a las 6. — Mientras veía que todo estaba bien, asegure la casa y volví a subir al auto, para casi correr hacia la casa de Taehyung.

El cual en pijama recibía a mi bebe, solo con un movimiento de mano se despidió para entrar a su casa con mi adoración.

El hecho de siempre dejarle de tan de mañana me hacía ponerme demasiado triste, mi lobo era muy débil ante Jihoon.

Pero ya no podría cambiar mi realidad, solo salir adelante como el humilde Omega que después de una violación pudo seguir con su vida.





"Lustrum" » |JimSu. «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora