Capítulo 52

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Lástima o sentimiento.

ERIK

«Si quieres algo déjalo ir, si regresa es tuyo, si no, nunca lo fue». Esas fueron las palabras de mi padre que yo me negaba a escuchar. No quería perder a Cloe pero todo lo estaba haciendo mal.

Al despertar vi su nota y me revolví en mis pensamientos.

Cuando lo dejé con Lucía me costó levantar cabeza. La traición no la perdono pero, al final, yo estaba haciendo lo mismo, traicionando a Cloe una y otra vez. Me desahogaba con otras porque no lo podía hacer con ella. Había esperado todo este tiempo para nada porque al final me estaba dejando ella. Nunca nadie me había dejado, siempre era yo el que terminaba las relaciones, algunas por cansancio, otras por aburrimiento, otras porque eran muy lanzadas y me agobiaban... Lucía porque me traicionó y ahora llega Cloe y me manda a la mierda con el argumento de: "Tú y yo no estamos hechos el uno para el otro, no hemos sabido querernos". Yo sí la he querido, quizás no como debería y  he dado pie a que se fijara en el niñato huérfano. ¿Qué le daba él que no le diera yo? Él, un tipo básico, que viste normal, con un pasado de mierda y, seguro, traumatizado; tiene pinta de vivir con la pensión de orfandad y con la caridad de sus abuelos. En fin, no sé si ella siente lástima o qué, porque me ha asegurado que han tenido algo más que una amistad. El día que los vi en el instituto la primera vez supe que él iría a por ella. Se le notaba en la mirada. Seguro que se la tira y la deja al día siguiente. Aunque mi fin era que fuera mía a toda costa, de momento me retiro, no porque quiera sino porque ella es aún menor de edad y desde que yo he cumplido la mayoría de edad mi padre siempre me advierte que tenga cuidado. Esperaré a que me extrañe porque seguro que lo hará. Si conmigo ha aguantado casi un año para tener relaciones no creo que al Thiago se vaya a entregar en poco tiempo.

No quiero ser libre de probar con otras personas la felicidad porque siento que la necesito. A su lado era verdaderamente feliz pero llegó el momento de aplicar las palabras de mi padre: «Si quieres algo déjalo ir, si regresa es tuyo, si no, nunca lo fue».

Sé que mi trastorno no ayuda, que mi impulsividad destruye lo que toco. Eso lo tengo que tratar para regresar con ella y darle lo que verdaderamente se merece.

 Eso lo tengo que tratar para regresar con ella y darle lo que verdaderamente se merece

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Mis días de adolescente. Decidir. II (Publicado en físico).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora