"¿A Donde Vamos?" (MORAT) (Editando)

Capítulo 97: "¿Cuanto conocemos de Santiago Obregón?"

 [Santiago: Alguien alguna vez dijo que somos polos opuestos. Pero que tan cierto es, de lo diferentes que somos unos con otros. No importan los gustos y preferencias. Si son esas mismas las que nos hacen iguales a pesar de todo. Tenemos en común aquellas cosas que nos molestan. Aquellas frustraciones. Pero aún sigo sin comprender esas categorías llenas de etiquetas que nos ponen por ahí. Lo que tengo claro son esas cosas que no me convencen a mí. Esas que me alejan y me acercan a alguien y mientras más me alejo y más lo intento, más cerca me encuentro de donde no debería estar]

[Colombia] [Barranquilla]

-Mamá: hijo, ¿Qué haces? Pasas metido en ese teléfono, despégate un rato.- es la tercera vez en el día que me pide lo mismo. 

-Santiago: mamá déjame solo. ¿Quieres?- intento evadir la conversación a toda costa.

-Mamá: ¿puedes explicarme que te pasa? Desde que te viniste de Bogotá que estas así. De haber sabido que te ibas a poner de esa manera no te hubiese traído aquí ni hubiese dejado que te quedaras. -en Bogotá estaría peor mamá créeme. 

-Santiago: creo que por primera vez estaba haciendo amigos reales. Al menos amigos honestos. -esa es la única verdad que tengo hasta el momento. 

-Mamá: Tu papá y yo no tenemos problemas con que vuelvas y vengas los fines de semana, además Isaza dijo...-la interrumpo.

-Santiago: no quiero hablar más de los Isaza. ¿De acuerdo? No quiero volver.- Los Isaza son un saco de problemas. 

-Mamá: si mi instinto de madre no me falla, esto me huele a que tiene que ver con alguna chica. ¿Quieres contarme?- Comenzamos con la psicología inversa señores.

-Santiago: No. -no la miro a la cara por que entonces me descubre al instante. 

-Mamá: ¿Quieres decirme como se llama?- ¿Está mujer no tiene nada más que hacer? 

-Santiago: dije que no quería hablar mamá.- lo intento, te juro que lo intento. 

-Mamá: si no me dices que pasa no puedo ayudar mucho.- no creo que al decir algo vayas a poder ayudar

-Santiago: si insisto en no decir nada, vas a continuar averiguándolo ¿Verdad?- suspiro.

-Mamá: exacto, soy una madre, tu nunca lo vas a comprender.- ni tampoco quiero. 

-Santiago: de acuerdo te contare. - al menos se que necesito descargarme con alguien. 

-Mamá: te escucho. -su mirada de confianza me ayuda. 

-Santiago: todo comenzó cuando llegue a esa escuela.- a la que nunca debí haber ido. Esa es la verdad del asunto. 

-Mamá: entiendo. -

-Santiago: ay, Mamá. No se que es lo que me pasa. - ser adolescente confundido es peor que ser un adolescente perdido y en mi caso, son ambos. 

[Narración de Santiago] [Flashback]

"Cuatro países distintos, ya perdí la cuenta de aquellas ciudades, mucho menos recordar ni la mitad de los colegios en los que he estado. Ni mencionar a esos amigos que he hecho y que se han ido como un pañuelo al viento, sin regreso. ¿Qué tiene de especial estudiar en el artístico de la Montaña? ¿Qué tiene de diferente esta escuela? Si con suerte a los dos meses ya no estaré aquí. Es mas le doy un mes a mi papá para que nos cambiemos otra vez. El aire me recorre la cara cuando ingreso al lugar. Perdido como nunca antes. Observando todo a su paso. Grupos de amigos por todos lados. Eso es lo que realmente me pregunto a diario. ¿Podre verme así algún día? Rodeado de amigos. Amigos reales, de esos que se cuentan en historias pasadas. De aquellos que no importa la distancia, llegan a ti. No me lo creo."