Ya han pasado cinco días desde que la casa familiar se encuentra huérfana de los gemelos menores. El fin del "stage" se está acercando, y con él la inevitable extinción de la semana de libertad y liberadora intimidad que están experimentado los mayores.
No pueden afirmar abiertamente que les guste la lejanía de Saga y Kanon. Ellos también les echan en falta, ya sea porqué durante los últimos seis meses de su vida se han acostumbrado a su compañía...ya sea porqué la obligación de hacerse cargo de ellos poco a poco se ha ido transformando en una aceptación intrínseca, que ahora les genera unas ansias de protección no muy distintas a las que deben sentir los padres cuando los retoños empiezan a volar por su propia cuenta.
Ninguno de los dos puede eludir la preocupación que la primera llamada de Saga les generó, aunque inconscientemente ambos esperaban que algún pique entre los menores acabara apareciendo durante la semana. Pero la posterior llamada que recibieron al día siguiente, hallando a ambos juntos tras el invisible hilo de voz, les tranquilizó enormemente, dotándoles así de otra oleada de aire fresco presta para seguir amenizando sus escasos días de urgente intimidad.
Horrores le ha costado a Defteros ceder a los deseos de Aspros. No a los deseos de sentirse unidos en esa enferma comunión que no se atreven a compartir con nadie más, sino a los deseos del mayor de hacer de la habitación de sus padres su propia habitación. Al menos por unas pocas noches.
Aspros ha estado soñando en la posibilidad de poder dormir junto a su otra mitad, y lo han intentado en sus respectivas habitaciones, pero un ineludible detalle lo ha hecho imposible de todos modos: las pequeñas camas y sus grandes cuerpos.
Simplemente una conjunción difícil de conseguir con comodidad.
Para Aspros la idea no podía resultar más simple.
Para Defteros, sólo el pensar en esa posibilidad le erizaba el vello de todo el cuerpo, despertándole el sentimiento de no poder defraudar el respeto que se merecía esa habitación.
Pero su propia necesidad de sentirse abrazado por su gemelo más allá de todos los fugaces momentos pasionales que no han escatimado entre los dos, finalmente ha sido capaz de torcer su determinación.
Ahora únicamente les restan dos noches de soledad, y la gran cama de sus padres acoge sus cuerpos desnudos, sudados y exhaustos después de su dosis diaria de mútua descarga y satisfacción.
Aspros se ha levantado, y no ha hecho el esfuerzo de cubrirse su desnudez mientras ha bajado a la cocina en busca de dos heladas cervezas que les ayudarán a recuperar el frescor que sus cuerpos han extinguido entre tanto fuego contenido.
El mayor nunca se pasea desnudo frente a los hermanos menores. Un extraño pudor se lo impide, pero que Defteros le admire sin filtros nunca le ha importado. Y hasta admite que le agrada la sensación de sentirse observado en su simpleza...y que le agrada en demasía que los ojos de su gemelo le radiografíen la orografia de su cuerpo con descaro y libidinoso deseo.
Aspros entra de nuevo a la habitación, con las dos botellas de cerveza abiertas y con la intención dar cuenta de ellas en la misma cama que ha acogido su derroche de hambre. Defteros acaba de salir del baño, con todo el cabello húmedo y las gotas de fresca agua aún resbalando por su mentón, hasta perderse en un ancho y fuerte pecho que el mayor no puede dejar de delinear con su mirada, deslizándola picaronamente hacia ese ombligo, nacimiento del camino de su propia perdición.
Defteros toma la cerveza que le ofrece Aspros, y antes de volver a sentarse sobre la cama se bebe la mitad casi del tirón.
- Despacio, Def...a ver si te va a sentar mal, que está muy fría...- advierte Aspros, que está dando cuenta de la suya con más tranquilidad, recostado otra vez sobre la cama, ayudándose de la almohada para mantenerse más o menos erguido, aplastándola con su espalda contra la cabecera del ancho lecho.
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Cuatro
FanfictionAU. Un fatal accidente deja a los cuatro hermanos sin más família que ellos mismos. Saga y Kanon deben aprender a vivir bajo la tutela de sus hermanos mayores, el mundo de los cuáles cambia drásticamente, debiendo readaptar su vida y su secreta ruti...