Porque no soy ella (BORRADOR)

Epílogo

Cualquiera de los seres mortales no podía medir la felicidad y cuánta había cuando uno alcanzaba la dicha. No se sabía porque la dicha de cada día podía ser más infinita si uno era realmente feliz. Para los marqueses Highwood con la llegada de su hijo, no cabían más de gozo y felicidad al tener en sus brazos el resultado de su amor. Aunque podía ser un poco guerrillero, el futuro y próximo marqués, lo amaban. Normal que era su hijo; había heredado su carácter poco apacible e intenso, y por encima de las todas cosas, era un bebé aún. Su forma de comunicarse era a través del llanto y gorjeos incomprensibles, pero adorables para los recientes y estrenados papás.

- En unos días, vendrán nuestras respectivas familias para que lo conozcan.

Michael al escucharla sin despegar la mirada del bebé, que estaba en el quinto sueño en los brazos de su madre, chasqueó la lengua, no muy conforme de compartirlo pronto aunque sea con su propia familia.

- Me hubiera gustado de haber disfrutado unos días más, nosotros dos con él.

- Sé lo que quieres decir, pero no podemos ser unos padres egoístas y mantenerlo apartado de ellos para toda la vida.

- Bueno, no importa si lo somos. Ahora es pequeño y depende de nosotros, cuando crezca ya no dependerá de nuestros mimos, de nuestros cuidados, de nuestros abrazos- rodeó la cintura femenina con su brazo, atrayéndola para besarle en la sien -. Por otra parte, no nos vendría mal una ayuda de más.

Ariadne se ruborizó respecto a lo último que había dicho, se atrevió a mirarlo por encima de su hombro y quedando subyugada por su mirada grave y oscura. Él aprovechó dicha cercanía para depositar otro beso, esta vez, en sus labios.

Como una promesa.

Como la entrega de su amor cada día.

- Te amo, Michael - se apoyó recostada en su pecho, su lugar favorito.

Las luces del atardecer los bañaron mientras observaban el sueño de su hijo. Los días de las dudas y de los reproches quedaron atrás, en el olvido y en el perdón.

- Y yo más, Ari.

Por siempre.

Y para siempre.