Capítulo Dieciséis - En apuros.

3.5K 115 2
                                    

Nos sentamos en un lugar alejado de todos los demás, casi apartado de la vista de cualquier otro cliente del restaurante. La mesa estaba decorada con velas y un pequeño mantel dorado colocado sobre otro de color blanco. 

Ordenamos lo que íbamos a comer y empezamos a hablar. No teníamos un tema en particular, solo hablábamos, de cualquier cosa. La conversación fluía con total naturalidad. Cada vez que terminábamos de contarle al otro sobre algo salía otro tema para charlar. Eso me agradaba mucho de él, era como si quisiera que yo notara que estaba interesado en hablar conmigo. Y creo que lo estaba. 

Me reí mucho, cualquier comentario insignificante que decía me hacía estallar en carcajadas.

- Ya me duele la panza de tanto reír. - Le dije antes de tomar un trago de agua.

- Y a mí de tanto comer. - Dijo haciéndome reír de nuevo, casi tiro el vaso en el que estaba tomando.

- De eso también, la comida acá es espectacular.

- Te dije. - Me guiñó un ojo con una sonrisa pícara dibujada en su cara, le sonreí y antes de que pudiera decir otra palabra empezó a sonar mi teléfono.

No quise atenderlo, sería de muy mala educación pero Harry me insistió para que lo hiciera, porque tal vez era algo importante.

Me fijé rápido el mensaje que me había llegado. Era Alec.

"Estamos volviendo hermana, en diez minutos llegamos. ¿Ya estás en casa?"  Guardé el teléfono en mi bolso de nuevo y miré preocupada a Harry. 

- ¿Pasó algo? - Preguntó notando mi reacción. Él no sabía que yo no tendría que estar fuera de mi casa, que tenía prohibida la salida de mi cuarto de no ser que fuera para comer o ir al colegio.

- Eeem... - Traté de buscar las palabras para explicarle lo que pasaba pero había algo más importante de lo que ocuparse en ese momento. - ¿Cuánto tardamos en llegar a mi casa?

Me miró confundido, seguramente lo estaba asustando, estaba actuando demasiado raro.

- Más o menos veinte minutos. ¿Por qué? - Su expresión seguía mostrando que parecía confundido. 

- Lo siento tanto. - Dije de repente, era lo primero que se me había venido a la mente, estaba haciendo que nuestra primera cita oficial termine de un momento a otro, sin previo aviso. - Tengo que irme.

- Yo te llevo, con eso no hay problema, pero... ¿Pasó algo malo? - Tomó mi muñeca con su mano, mirandome profundamente a los ojos. Tuve que recordarme donde estaba para poder responderle. 

- No, no, quiero decir, todo está bien. - Tomé un respiro y seguí con mi explicación. - Lo que pasa es que se supone que estoy castigada, durmiendo en mi habitación.

- ¿Y están a punto de descubrirte? - Preguntó con una pequeña sonrisa formándose en su rostro, noté como trataba de ocultarla y eso me pareció extremadamente tierno.

- Exacto.

- Entonces vamos. - Dijo levantándose de su silla, ofreciéndome su mano. - Tenemos que apurarnos.

Me paré, tomé su mano y empecé a caminar junto a él. En el mostrador de la entrada del restaurante dejó unos billetes y dijo al encargado:

- Quédense con el vuelto.

Después salimos disparados hacia el auto tomados de la mano hasta que sentimos una repentina luz provenir desde nuestras espaldas. 

Paparazzis.  

Lost in your eyes. (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora