Capítulo Setenta y Tres - Peligro.

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Los medios no tardaron ni dos horas en publicar todas las fotos que habían tomado los fotógrafos. La limusina nos llevó a Harry y a mí a su casa, y a Niall y a Lucy al estudio, a hablar con los manangers. Tendrían que pasar por lo mismo que nosotros. 
- Creo que tendría que ir a la casa de mi papá. - Dije cuando entramos. 
- ¿Ya tenés que irte? - Preguntó Harry poco entusiasmado, rodeando mi cintura con sus brazos. 
- Las fotos van a estar por todos lados. - Contesté abrazándolo. - Va a estar furioso. 
- ¿Mañana nos vemos? 
- Obviamente. - Contesté sonriendo, antes de besarlo dulcemente. 
Una vez que nos despedimos, ambos tratando de que el momento dure muchísimo más, crucé la calle y entré tratando de ser lo más silenciosa posible. 
- Irina. - Me llamó mi padre desde el living. - Vení un segundo. 
Me acerqué con los nervios haciéndome doler el estómago. Era tarde, ¿por qué estaba despierto? 
- ¿Sí? - Pregunté tratando de parecer lo más tranquila posible. 
- ¿Qué se supone que es esto? - Me preguntó enojado, mientras daba vuelta la notebook que tenía frente a él para mostrarme una infinidad de fotos en las que aparecíamos Harry y yo.
- Papá, esto siempre pasa. - Le expliqué esforzándome para mantener la calma. - No es nuestra culpa, los paparazzis lo persiguen a todos lados. 
- Esto es muy peligroso. - Me interrumpió, más enojado que antes. - Estás saliendo en todas las portadas de las revistas, estás en fotos que dan vueltas por internet alrededor de todo el mundo, cualquier cosa puede pasarte ahora. Estás muy expuesta. 
No sabía qué contestarle. Si le decía que estaba protegida, no me creería. Si le decía que no me importaba estar expuesta mientras Harry estuviera conmigo, se enojaría todavía más. 
- ¿Qué vas a hacer ahora? - Me preguntó. 
Negué con la cabeza, tratando de encontrar las palabras, pero nada se me venía a la cabeza. 
- Juro que traté de convencerme de que esta relación es buena para vos. - Empezó a decir, impactándome con lo que había dicho. - Y te creo cuando decís que están enamorados, ahora lo hago. Lo sé, lo entiendo. Después de pensar sobre esto muchas veces llegué a la conclusión de que no tenía por qué oponerme ante su relación, porque sé que es verdadera. 
- ¿De verdad? - Pregunté totalmente sorprendida. No podía creer lo que estaba escuchando. 
- Sí hija. - Me explicó. -  Lo sé porque noto cómo estás, noto que confiás en él, que harías lo que fuera por él. Y también que él lo haría por vos. Si no te enojás conmigo, me gustaría decirte algo. 
- ¿Qué cosa?
- Me dí cuenta de esto también porque leí la carta que le escribiste. 
Cubrí mi cara con mis manos, avergonzada por la situación. Esa carta era pura y exclusivamente para Harry, nadie más tenía que verla. Pero si eso era lo que había hecho a mi padre entrar en razón, entonces no había forma de enojarme con él. 
- La encontré sin querer. - Me dijo. - No te averguenzes, Iri. Fue muy hermosa. Y por eso me dí cuenta de cómo es la relación que tienen. Estaba muy cerrado en mi propio pensamiento. 
Asentí con la cabeza, sin palabras. 
- Pero esto ya no tiene que ver con eso. - Siguió explicándome. - Esto tiene que ver con tu seguridad, esto es algo que me preocupa muchísimo. Vamos a tener que hacer algo para resolverlo. O algo para que me quede tranquilo de que estando con ese chico vos no estás en peligro. 

Lost in your eyes. (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora