Capítulo Sesenta y Tres - Distante.

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A la mañana siguiente llamé a Harry ni bien me levanté, justo como había prometido. Me propuso cenar juntos esa noche, a lo que obviamente respondí con un sí.

Escaleras abajo, estaba mi mamá haciendo el desayuno, hablando en un tono neutral con una voz masculina que reconocí al instante. Mi papá. 

No sabía que hacer, la última vez que lo había visto, lo traté mal e incluso le falté al respeto, algo que no hacía nunca. Pero muchas cosas habían pasado desde ese momento y un miedo enorme de que no quiera verme me hizo retorcer el estómago. 

Bajé despacio, escalón por escalón, hasta que me encontré con mis padres, separados por la mesa, charlando de algunas cosas que no podía entender. 

- Hola. - Susurré, porque mi voz no podía escucharse del todo, porque la preocupación hizo que no pudiera salir más fuerte. 

- Hola hija, ¿cómo dormiste? - Preguntó sonriendo mi mamá, pero mi atención estaba solamente sobre mi papá, que se había volteado a verme, pero no había dicho nada, ni tampoco sonreía. 

- Bien. - Contesté como pude. 

Mi papá no me saludó, pero se dirigió a mí frío y distante. Con el mismo tono que usaba con mi mamá.

- Conseguí un departamento muy cerca de acá, Alec y vos van a venir algunos días a la semana. - Asentí con la cabeza, con un nudo en la garganta. - Todavía estamos discutiendo con tu mamá qué días van a ser. 

- Está bien. - Dije con la voz entrecortada. Tomé aire lentamente y miré a mi mamá. - ¿Alec?

- Se fue a pasar el día con sus amigos. 

- Bueno... Eh... Creo, creo que voy a ir con Lucy. - Dije rápidamente y subí a mi habitación, me cambié para salir y crucé la puerta de entrada de mi casa en cuanto pude. 

Las lágrimas se acumularon en mis ojos, pero no me permití llorar. Tenía que ser fuerte, mi padre algún día entendería y no tendría que preocuparme por más nada. Podría ser completamente feliz, estando completamente en paz con todos. 

O al menos eso esperaba. 

Llamé a Lucy y le pregunté si podía ir a su casa. Quince minutos más tarde, estaba entrando en la casa de mi mejor amiga con la mejor sonrisa fingida que pude mantener. 

- ¿Qué pasó? ¿Cómo van las cosas? - Me preguntó ni bien me vio, descubriendo cómo me sentía verdaderamente. 

- No muy bien. Mi papá está horriblemente enojado. - Dije y dejé escapar un suspiro. Lucy me rodeó los hombros con sus brazo y caminamos juntas a su habitación. - Bien, no hablemos de eso, ahora te toca hablar a vos. 

- ¿A mí? 

- Sí, a vos, no te hagas la tontita... - Le dije y empecé a reírme en cuanto vi que sus mejillas empezaban a tomar color. - ¿Qué pasa con Niall?

Empezó a reírse, cubriéndose el rostro con las manos. 

- ¡Contame! - Le dije, dándole un golpecito en el brazo. - ¡Quiero saber!

- Bien, bien. - Dijo, calmándose un poco. - Niall me invitó a cenar esta noche. 

Lost in your eyes. (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora