Capítulo Nueve - Carrera.

4.6K 155 6
                                    

Su comentario me dejó helada. No supe qué contestar, me quedé mirándolo, igual que hace unos minutos. Era muy raro, él me había dicho algo hermoso y lo único que yo había hecho fue contarle sobre mí y casi escaparme de él. No tenía sentido. 

- Bueno, contame más de vos. - Dijo de repente, dándose cuenta que no tenía palabras para decir.

Sonreí y lo miré de nuevo.

- Ya sabés mucho sobre mí... - Dije levantando una ceja, haciéndo que se ría un poco. - Y yo sé pocas cosas sobre vos... Quiero decir... En comparación con todo lo que te conté el otro día.

- Sí, sí, tenés razón. - Dijo asintiendo con la cabeza. - ¿Por dónde empiezo entonces?

- Por el principio. - Dije casi riéndo.

- Bueno, todo comenzó un primero de Febrero de mil novecientos noventa y cuatro. - Y solo con eso estallé en risas.

Me contó cosas sobre él, no cosas importantes, sino detalles pequeños que me hacían conocerlo mejor. No perdía ninguna oportunidad para hacerme reír y siempre terminábamos los dos casi ahogados a carcajadas. En un momento sentí como si estuviera de nuevo sola con él en el ascensor, como si nunca nos hubiéramos ido. Me sentía cómoda hablando con él, sentía que le podía contar cualquier cosa sobre mí porque él me iba a entender, mucho más si se trataba de la comedia musical, ya que era mi sueño. 

No sé cómo quise irme de repente justo antes de que me besara detrás del estadio, o intentara hacerlo. Me puse nerviosa por la cercanía, o simplemente por él. Sentí que no era el verdadero Harry el que quería besarme, el verdadero es el que tenía enfrente, hablándome, haciéndome bromas.

Después de más de una hora hablando pagó lo que habíamos tomado y se paró de su asiento. Me levanté y seguí sus pasos hacia la puerta.

- ¿Vivís muy lejos? - Me preguntó cuando cruzamos la puerta, mientras volvía a ponerse su abrigo.

- Más o menos, mi casa queda a veinte minutos de acá si vas en auto.

- Genial. - Dijo sonriendo. - Te llevo.

- No, no hace falta, yo voy. - Le dije tratando de que no me alcance hasta mi casa, ya había hecho demasiadas cosas por mí y no quería molestarlo más. No quería ser un estorbo.

- ¿Cómo vas a ir? - Me preguntó entrecerrando los ojos.

Sonreí y me puse nerviosa al contestar.

- Em... En taxi... - Dije sin mucha confianza.

- No, yo te voy a llevar. - Dijo y siguió caminando por la misma calle en la que estábamos. 

Ya casi no había gente en la calle, estaba muy oscuro de no ser por las luces que provenían de las casas y los negocios y también los reflectores que había en el estadio cerca de nosotros. 

- No, ya me hiciste demasiados favores, puedo tomarme un taxi.- Dije alcanzándolo y caminando hacia atrás para poder estar frente a él.

- Pero no es una obligación para mí llevarte... Quiero hacerlo.

Sonrió y me miró a los ojos, haciéndome sonreír también. Me acomodé y empecé a caminar a su lado de nuevo, dándome por vencida.

- Gané. -  Dijo con una sonrisa pícara. 

- ¿Qué? - Pregunté desafiándolo, pero  todavía sonriendo. 

- Nada. - Dijo mirando hacia otro lado, riéndose por lo bajo.

- ¡Te escuché!

- No, no me escuchaste. - Dijo riéndose, haciéndome reír al mismo tiempo.

- Claro que si. - Dije tranquilamente mientras observaba como su pelo se movía contra el viento.  

- No, claro que no.

Me reí y seguí caminando.

- Bueno te voy a dar una oportunidad para que ganes. - Dijo de repente, parándose en seco. 

- Genial. - Dije sonriendo, victoriosa.

- Carrera hasta el estacionamiento.

- ¿Qué? - Y ni bien dije eso el empezó a correr, corrí detrás de él y le dije casi gritando: - ¡Pero no sé dónde es!

Ahora estábamos uno al lado del otro, pero poco a poco él se iba adelantando, era más rápido que yo. Corrí tanto como pude.

- Exacto. 

Lost in your eyes. (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora