Capítulo Sesenta y Uno - Para siempre.

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- Definitivamente esta fue la mejor idea que tuve en dieciséis años. - Confesé cuando volvíamos Harry y yo en su auto, él me llevaba a mi casa.

La luz del cielo ya estaba casi por desaparecer completamente, mientras que las luces de la ciudad apenas empezaban a encenderse. 

- ¿Qué cosa? ¿Dejar que tu mejor amiga vuelva a su casa con un desconocido que podría ser un psicópata que planea secuestrarla o algo así?

- ¡Es Niall! - Dije ahogada en carcajadas. 

- Eso es verdad. No es un desconocido. - Dijo, haciéndome estallar en risas de nuevo. - Entonces, hay que pensar nuestras sorpresas. 

- Sí... Pero no tengo idea de que voy a hacer, no es muy fácil sorprenderte. - Me guiñó un ojo y, al mirar por la ventana, me di cuenta de que ibamos por otro camino, uno que no se dirigía a mi casa. - Harry, ¿a dónde estamos yendo? 

- Tu mamá no se va a enojar si llegás un rato más tarde... ¿no? - Una amplia sonrisa se dibujó en mi rostro. 

- Claro que no. - Contesté con confianza y esperé mientras Harry manejaba, observando lo hermoso que se veía. La camisa que llevaba puesta dejaba ver una parte de sus tatuajes del pecho y los rizos que caían por la parte de atrás de su cuello estaban desordenados a causa de mis manos. 

Una vez que llegamos, entramos y nos libramos nuestros abrigos, nos quedamos unos minutos mirándonos. Solo nos observábamos, sin decir nada, recorríamos el uno al otro con la mirada de los pies a la cabeza. 

- Yo... - Dijimos al unísono. 

- ¿Qué pasa? - Pregunté. 

- Yo antes pensaba que los "para siempre" eran una mentira. 

Me quedé unos minutos mirándolo, de nuevo, tratando de averiguar a qué venía su comentario. Sus ojos verde esmeralda brillaban más que nunca, mirando fijamente los míos.  

- ¿De qué...?

- De nosotros, de nosotros estoy hablando. - Se acercó a mí, dejando mi espalda pegada contra la pared mientras sus manos rodeaban mi cintura. Su voz sonaba tierna, pero se podía notar que hablaba con confianza. - Antes de conocerte, antes de que aparecieras y alegraras mi vida, pensaba que no existía algo infinito, pensaba que nada era para siempre. Pero después llegaste y dejaste mi vida totalmente dada vuelta, pero en un buen sentido. 

Completamente sin aire, traté de que las palabras salieran de mi boca pero no podía conseguirlo. ¿Cómo hacía para poder decirme eso de esa manera?

- No, dejame terminar. - Dijo al ver que trataba de decirle algo. - De verdad necesitaba decirte esto, porque muchos creen que lo nuestro no es en serio, muchos no piensan que podramos llegar a estar juntos mucho tiempo. Pero quiero que lo sepas, quiero que sepas que mi intención es estar con vos para siempre, porque vos me hiciste dar cuenta de que eso existe, porque cada día que pasa quiero estar más tiempo con vos. Te amo y te voy a amar siempre, no hay nada en el mundo que pueda cambiarlo, nada en el mundo que pueda hacer que te ame menos. 

Lost in your eyes. (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora