Lost in your eyes. (Español)

Capítulo Cuarenta y Dos - Lastimar.

- Esto no es un juego de adolescentes. - Se opuso Harry a las palabras de mi padre demostrando su confianza en el tono de su voz. - Nunca trataría a Irina de esa manera. 

- Eso es lo que decís ahora. - Argumentó mi papá. - Ahora todo es perfecto, después vienen las peleas por cosas insignificantes y en ese momento es cuando te olvidás de todo. Sé como son las cosas.

Se miraron uno al otro durante unos segundos, mi mamá me miraba tratando de tranquilizarme. Jamás pensé que mi mamá sería la que aceptara mi relación con Harry, pensé que ella sería la que nos iba a separar, pero ahora las cosas se estaban dando completamente diferentes.

- No, no es así. - Dijo Harry tranquilamente, suavizando la expresión de su rostro. - Sé que es difícil de entender, sé que parece muy apresurado pero nunca trataría de esa manera a su hija, no se lo merece.

- Harry... Harry... Tu cara y tu nombre se me hacen muy conocidos. - Soltó mi madre ni bien el terminó de hablar sorprendiendo a todos. En ese momento me dí cuenta de que me había olvidado de contarles el pequeño detalle del que mi novio era parte de la banda más famosa del mundo actualmente. 

- Ah, sí, eso... - Empecé, tratando de no empeorar las cosas mientras mi papá fulminaba a Harry con la mirada. - Ustedes.. Em... Escucharon hablar de One Direction... ¿verdad?

Mi mamá movió sus ojos de lado a lado, como buscando dentro de su mente algún indicio de su nombre hasta que una expresión de sorpresa invadió su rostro.

- ¿Vos...? - Intentó preguntar llevándose las manos a la boca, aturdida por lo que se había dado cuenta. - ¡Esto es imposible!

Los ojos de Harry encontraron los míos y por un segundo me olvidé de todo mi alrededor. Quería volver a estar con él, recostada en un sillón con nuestras piernas entrecruzadas mientras comíamos golosinas y hablábamos de cualquier cosa. Quería olvidarme que mi papá había supuesto que lo que tenía con él era un simple juego y que mi mamá se había horrorizado con la idea de que él fuera una super estrella. Quería quedarme viendo sus ojos encantadores tanto como fuera posible.

- No, no lo es. - Dijo Harry haciéndome volver a la realidad. - No importa de dónde venga yo, tal vez sí después quieran averiguarlo y no me voy a oponer, pero ahora lo que quiero que sepan es que de verdad, de verdad amo a su hija. Mucho más de lo que pensé que podría llegar a amar a alguna persona. 

Mi corazón empezó a latir más fuerte y sentí como el color subía a mis mejillas, tuve la necesidad extrema de besarlo pero el hecho de que miraran mis padres me hacía saber que no era la mejor opción. 

- ¡Por favor! - Dijo casi gritando mi papá, la voz llena de frustración. - Son solo adolescentes, no saben lo que eso significa.

Ya no podía soportarlo más, no podía ver a mi papá menospreciando de esa manera una de las cosas que más me habían hecho feliz en toda mi vida. No podía dejarlo.

- ¿Qué es lo que tanto te molesta? - Dije tratando de no levantar mucho mi tono de voz. - ¿Por qué no podés entender que esto es real para nosotros? ¿Por qué no me dejás que por lo menos lo intente?

- Irina, sos demasiado joven para saber lo que es realmente el amor.

- No. - Por alguna razón mi voz no tembló ni se quebró. - No se puede ser demasiado joven para sentir algo, papá, tengo dieciséis años, ¿por qué te molesta tanto que esté con él?

- Él es completamente un extraño para vos. - Dijo sin modificar la dureza de su voz. - Y no voy a permitir que te lastime.

- Acá hay algo que no te das cuenta, vos sos el que más me está lastimando.