Capítulo Sesenta y Cinco - Familia.

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- Yo también estaba ansiosa por conocerlas. - Dije cuando Anne me envolvió entre sus brazos, dándome un cálido abrazo de bienvenida. Después de ella, Gemma hizo lo mismo. 

- Eh, sí, hola. - Dijo Harry bromeando, al ver que ni su mamá ni su hermana lo habían saludado. Solté una risita y esperé mientras ambas lo saludaban para luego sentarme a su lado. 

- Harry tenía razón, sos muy hermosa. - Dijo Anne haciendo que mis mejillas tomaran color al instante. 

- Muchas gracias. - Contesté sonriendo. 

- ¿Cómo estuvieron? - Les preguntó Harry. - Perdón que en estos días no pude ir a visitarlas. 

- No hay problema. - Contestó Gemma con una sonrisa pícara, abriendo mucho sus ojos. - Ni que estuviéramos muriendo porque vengas a molestar. 

Harry le sacó la lengua y ella dejo escapar una carcajada. Mientras tanto, yo los miraba riéndome. Harry se veía tan feliz, tan natural, tan precioso. 

- Iri... - Me llamó Anne. - Contanos un poco de vos, queremos conocerte mejor. 

- Eeem, bueno... - Dije riéndome, mientras Harry tomaba mi mano por debajo de la mesa. - No soy una persona muy interesante. - Me reí de nuevo. - Solo soy una chica más, de verdad, voy al colegio, no salgo mucho, soy bastante tímida y tengo una mejor amiga que me conoce más que yo misma. 

- Y sabe bailar y cantar muy bien, le gusta la buena música, tiene una relación muy buena con su hermano menor y es muuuuuuuy claustrofóbica. - Añadió Harry. 

- Exactamente. - Dije para confirmar lo que había dicho. 

- Claustrofóbica... - Repitió Gemma. - La historia de cómo se conocieron ustedes dos es mi favorita de todo el mundo. 

Miré a Harry con una amplia sonrisa, la cual él me devolvió al instante. 

- Sí... - Empezó a decir. - Es emocionante. 

Todos nos reímos y empezamos a hablar de cosas muy distintas mientras disfrutábamos de nuestra cena, desde los problemas con mi familia hasta las cosas que Anne y Gemma habían hecho en la semana. Eran muy agradables, muy buenas personas, muy parecidas a Harry en su forma de pensar. 

- Tuviste suerte. - Le dijo Gemma a Harry, dándome unas palmaditas en el brazo. 

- Lo sé. - Contestó sonriendo. - Mucha suerte. 

- Alguno de estos días... - Empezó a decir Anne. - Quiero que vengan a cenar a casa. Así te muestro fotos de Harry de bebé. - Me dijo guiñándome un ojo. 

- Sería un placer. - Contesté riéndome. 

Nuestra noche siguió llena de risas, chistes, anécdotas e historias de cada uno de nosotros. Me sentí muy cómoda, muy feliz de que ellas me aceptaran y me desearan lo mejor tanto a mí personalmente como en mi relación con Harry. 

Después de bastante tiempo, llegó el momento de despedirnos. Abracé a Gemma y luego a Anne, prometiéndoles que nos volveríamos a ver pronto y después de que Harry hiciera lo mismo, tomé su mano y nos dirijimos hacia su auto. 

Una vez dentro, con una gran sonrisa, confesé lo que estuve pensando todo el tiempo:

- Tu familia es terriblemente genial. 

Lost in your eyes. (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora