Lost in your eyes. (Español)

Capítulo Treinta y Ocho - Perdonar.

Volvimos a la sala principal del edificio donde todos los demás se encontraban. Había menos gente en la puerta pero aún sería muy difícil salir. Tenía la mano de Harry sosteniendo la mía, estábamos de nuevo sentados en el círculo de sillones. 

- No te preocupes, ya todo se va a arreglar. - Me dijo Niall, que estaba en el sillón de al lado.

- Gracias. - Dije tímidamente. - Eso espero. 

- Es solo cuestión del momento, todo va a ser más fácil después. 

Agradecí de nuevo sonriendo. Esperaba que fuera como el decía, esperaba que esto se dejara pasar y que nadie más nos volviera a controlar jamás, pero en ese mismo momento eso era lo que menos teníamos. Estábamos completamente encerrados en el estudio, con millones de fotos de nosotros juntos rondando por internet y cientos de chicas esperando para averiguar qué tenía que ver yo con Harry y por qué hacía corrido hacia mí de esa manera.

Ya estaba por anochecer cuando lo recordé. Me levanté de mi lugar con un grito ahogado, Harry sostuvo mi muñeca e hizo que lo mirara. 

- ¿Qué pasa? ¿Algo anda mal? - Preguntó preocupado, también parándose para alcanzarme. 

- Mis padres. - Dije casi sin aliento. - Tengo que volver. 

Empecé a caminar en dirección a la puerta de salida pero Harry me detuvo tomándome por la cintura. 

- No. - Dijo mirándome a los ojos. - No podés salir ahora. 

- Pero... Ellos no saben nada. - Dejé escapar un suspiro entrecortado, volvía a sentir ese nudo en la garganta. - Harry... En serio son muy estrictos. Necesito volver. 

Él también suspiró y luego tomó mi cara entre sus manos, acercándose un poco más. 

- No voy a dejar que te vayas y pases entre toda esa gente de nuevo, no lo voy a hacer. - Por su tono de voz y la intensidad de sus ojos me di cuenta de que no iba a ceder. Ahora nuestros problemas se habían duplicado. Además de tener a todo un conjunto de empresarios preocupados por la imagen que daba la banda más famosa del momento a sus fans, también teníamos a mis padres, que si se enteraban, obviamente, iban a armar el problema más grande de todas sus vidas. No me iban a dejar pasar esto, no me lo iban a perdonar. Les había mentido por mucho tiempo. 

Mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas, no podía también enfrentarme a mis padres, iba a ser muy duro. 

- Iri, escuchame. - La voz de Harry sonaba más suave, más tranquila. -  Vamos a superar esto, ¿si? Es solo una prueba más, una prueba como lo que pasó hace un rato. No voy a dejar que te separen de mí, no quiero hacerlo. 

- Mis papás me van a alejar de vos... - Afirmé con la voz entrecortada. - Ellos no van a perdonarme esto. 

- Sí, lo van a hacer, nosotros vamos a hacer que lo hagan. 

Rodeé su cuello con mis brazos estrechándome contra el tanto como era posible. Lo necesitaba cerca, necesitaba sentir que estaba junto a mí. 

En ese momento fue cuando me di cuenta de lo que pasaba, de que por algo estaba dispuesta a pasar por todos esos problemas para estar con él, de que había una razón por la que me sentía segura si él estaba conmigo, de que lo necesitaba para que mi día estuviera completo. 

Y sin ningún aviso, acerqué mis labios a su oído y se lo dije: 

- Te amo.