Entré a casa y divisé a mi mamá en la cocina, estaba cocinando con mucho afán.
Ella me vio e inmediatamente se dibujo una sonrisa en su rostro, al verla no pude evitar sentirme mal, por alguna extraña razón lo hice.
Se acercó a mí y me recibió con un cálido abrazo
—Mi niña ¿Cómo estás? Te extrañamos mucho— depositó un beso en mi mejilla.
—Muy bien mamá, yo también las extrañé—un nudo comenzaba a formase en mi garganta.
—Preparé algo delicioso, de seguro le gustará a tu amigo— alzó una ceja.
—No cenará con nosotras ma.
—¿Por qué?— frunció el ceño.
Porque de seguro ya se arrepintió de la idea de estar conmigo ¿Será que lo presioné? ¿Todo esto fue muy apresurado?
—Su papá tiene problemas muy fuertes y fue a ayudarlo, fue una emergencia, me dijo que les dijera que lo siente mucho— otra mentira más a mi lista.
—Espero que todo mejore pronto, mándale mis saludos y dile que no hay ningún problema, ya será en otra ocasión.
—Lo haré— sonreí.
Me alejé de ella y subí a mi habitación para dejar mis cosas.
Desganada y sin muchos ánimos entré a la misma, me senté en el borde de la cama respirando con pesadez y me heché. No pasaron ni cinco minutos y mi celular empezó a sonar. Esperanzada lo agarré rápidamente, deseando que fuera Justin, pero no fue así.
Se me hizo extraño el número, indecisa decidí contestar.
¿Hola?
¿Kendra?
Podría reconocer Esa melodiosa voz en cualquier lado.
¿Señora Iris?
Así es cariño, disculpa que te haya llamado de repente
No se preocupe.
Solo quería saber si Justin se encuentra contigo, no pude llamarlo ya que su teléfono esta apagado. Así que decidí llamarte a ti, el me comentó eque estaría contigo y cenarían con tu familia.
El te dijo que tenía unos pendientes familiares ¿A caso eso había sido una excusa solo para no cenar contigo?
Si, claro que sí, pero tuvo que ir de emergencia a la Universidad para ver lo de la beca, ya sabe- mentí.
Oh, claro. Lo entiendo. Por favor si lo ves de nuevo dile que me llame.
Claro— dí un suspiro— Hasta luego
Hasta luego Kendra.
Colgué y me cubrí la boca con una mano.
¿Era mentira lo que dijo Justin?
¿Solo inventó una excusa para no cenar con mi familia?
No contuve las ganas de llorar, así que lo hice, las lagrimas salieron incontrolablemente, me sentía triste, decepcionada y sobretodo confundida.
Tal vez cuando vio Clarisse todos sus sentimientos hacia ella renacieron.
Tenía Muchas preguntas, pero ninguna respuesta prudente.
Quizá si tenía que hacer algo importante Kendra, no lo juzgues sin saber su versión de la historia.
No hice caso a mi subconsciente y me levanté, tratando de buscar algo de comer, muchas veces cuando me sentía triste, comer algo me tranquilizaba y hacía que olvide las cosas por un momento.
Con lágrimas aún en los ojos, abrí un cajón del tocador y por suerte encontré una barra de chocolate empezada, no dudé un segundo e introduje un pequeño pedazo a mi boca, probé ese exquisito sabor dulce con un toque amargo y traté de olvidar en lo que estsba pensando.
—¿Por qué me tienes así?— dije en voz alta— ¿A caso ella es mejor que yo?— respiré pesadamente— No lo dudo, quien quisiera estar con una chica indecisa que es muy sentimental y llora cada dos segundos, no te culpo Justin, yo tampoco me soportaría..
Okay, estas muy mal ¿Estás ebria o algo parecido?
Odiaba sentirme así, no merecía torturame de esta forma.
Me levanté y perdí el equilibrio un momento, di otro bocado a la barra de chocolate, pero de inmediato me cayó mal.
Las arcadas se hicieron presentes, llevándome de inmediato al baño.
Entré como loca y me agaché para finalmente vomitar. Dios, esto era desagradable.
Con un vacío en el estómago, lloré nuevamente sintiendo impotencia
¿Por qué pasaban estas cosas justo ahora?
Una barra de chocolate jamás me había caído mal, un maldito viaje nunca me había mareado ¿Qué sucedía conmigo?
Entonces fue solo cuestión de segundos para que un pensamiento cruzara por mi cabeza.
Me levanté del suelo y fui al espejo para observar mi reflejo en el.
Levanté ligeramente mi blusa y no pude evitar pensar en...
—Kendra amor— mamá golpeó la puerta del baño e hizo que me sobresaltara— ¿todo bien?
—Sí, sí mamá — me sequé las lágrimas.
—La cena ya está lista, puedes bajar.
—Está bien, salgo en unos minutos.
Lavé mis manos, tiré de la cadena y salí con mil teorías en la cabeza.
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Holaaaaaaaaaa ¿Cómo están?
Lo sé, es un capítulo cortito, pero no se preocupen, en el siguiente capítulo habránsorpresas.
¿Ustedes saben que es lo que puede tener Kendra? Si es así no duden en comentar, así creamos teoríasjuntas.
