2 Much (Justin Bieber)

Capítulo 34

Hoy era el día, estaría aproximadamente tres semanas junto a Justin, tres semanas para él y para mí.

-Pórtate bien Kendra- mamá me regaló una sonrisa.

-Lo haré.

-Y dile a tu amigo, que quiero que sea puntual el día que llegues a casa.

-Sí su amigo- Liss bufó e inmediatamente le miré mal.

Un mensaje me llegó, indicando que Justin se encontraba afuera.
Me despedí de mis hermanas, mi mamá y finalmente salí con mis dos maletas.

Me acerqué a Justin y al llegar le di un beso en la mejilla.

-¿Lista?- preguntó.

-Sí ¿y tú?

-Más que listo. Mira- señaló el coche donde llegó- Me lo presto el señor David, al principio quise rentar uno, pero ví no me alcanzaría.

-No te preocupes- acaricié su brazo- lo importante es que estamos aquí y listos para pasar probablemente las mejores vacaciones de nuestras vidas.

-Se vienen muchas cosas señorita Kendra
-se acercó peligroso a mis labios.

-¿Cómo cuáles?- sonreí con diversión.

-Es una sorpresa- se alejó bruscamente, agarró mis maleta y la puso en la parte trasera del coche.

-No puedes solo irte y dejarme con la intriga.

-Lo sé, pero lo hice- dijo divertido y abrió la puerta del copiloto- por algo se llama sorpresas- rió.

Rendida decidí entrar.

Nos encontraríamos con los demás a afueras de la ciudad, de esa forma iríamos en conjunto.

Justin subio al coche y comenzó a conducir, no sin antes mostrarme esa hermosa sonrisa que tanto me encantaba.

El trayecto fue tranquilo, en el camino puse algo de música y ambos cantábamos de vez en cuando.

El cielo empezaba a nublarse poco a poco, indicando que la lluvia venía en camino.

Todo lo que estaba sucediendo parecía irreal. Quien diría que estaría a punto de viajar con el chico que hace unas semanas no podía ni verlo.

El mundo da muchas vueltas y todo era irónico, pero la verdsd no importaba, no importaba nada ahora.

-¿Esperamos aquí? - preguntó Justin estacionado el coche. Habíamos llegado a las orillas de la ciudad.

-Sí, yo creo que los demás llegarán pronto.

Justin reclinó su asiento, haciendo que mis ganas de besarlo y estar al lado de él crezcan.

Así que me acerqué y me senté a horcajadas encima de él.

Se sobresaltó, abriendo los ojos de par en par, al parecer no se esperaba esto.

-Bueno, bueno, bueno ¿A qué debo su visita?- alzó una ceja y posó sus manos sobre mi cintura.

-¿Sólo vine a preguntarle cómo está?

-Muy bien ahora que vino- acarició mi mejilla con una mano.

Asi que yo hice lo mismo, todo en él era perfecto. Toqué suavemente sus párpados, observé sus pestañas largas, con el dedó índice bajé lentamente hacia su nariz y finalmente llegué a su labios, los cuales repasé con mis dedos.

Y como si el destino estuviera de nuestro lado, empezó a sonar "Kiss me de Frank Walker" haciendo de este momento aún mejor.

Justin sonrió y luego habló