2 Much (Justin Bieber)

Capítulo 59

Me encontraba en casa de Justin, ambos estábamos acostados en su cama, él acariciaba mi cabello con suavidad mientras yo escuchaba los latidos de su corazón.

—¿Estás mejor?— susurró.

—Un poco— sequé algunas lágrimas y lo miré— Gracias por escucharme

—Lo haré siempre mi Kendra hermosa— se quedó en silencio unos segundos— pero qué piensas hacer con Andrew y Chloe.

—No lo sé, siento que por ahora es mejor no hablar.

—Pues no pienso lo mismo— recogió un mechón de mi cabello y lo puso detrás de mi oreja— tienen que aclarar las cosas.

—Pero ellos tampoco piensan hablar conmigo, tu viste como me ignoraron en la mañana.

—No, se ignoraron los tres que es muy distinto. Nadie da el brazo a torcer, los tres tienen el mismo carácter.

—¿Entonces qué sugieres?

—Que hables con ellos.

—Sabes que mi respuesta es un NO— me levanté— no pienso hacerlo.

—Kendra— imitó mi acción— ¿entonces cómo piensan solucionar las cosas?

—¿Y qué si yo no quiero hacerlo?

—Son amigos, no pueden echar todo a la borda por estupideces.

—¿Estupideces?— me puse de pie.

—No...no fue lo que quise decir.

—Pero lo dijiste.

—No, no, me refería a que...

—Que fue una estupidez sentirme mal porque Andrew y Chloe estuvieron mintiéndome todo este tiempo. Que todo lo que sentí no valió nada para ti, porque fue estúpido, así como son estúpidas todas mis inseguridades lo entendí bien.

—Sabes que no me refería a eso— se acercó a mí.

—¿Entonces a qué?

Se quedó en silencio

—Gracias— agarré mis cosas— era todo lo que tenia que oír.

—Kendra por favor— me sostuvo del brazo.

—¿Por favor qué?— bufé— por favor deja de invalidar mis emociones por más estúpidas que las consideres— sin más que decir salí de su habitación.

Sentía un gran dolor en el pecho, me dolía todo lo que Justin dijo, por más que tratara de justificarse sabía a lo que se refería. Consideraba estúpida toda esta situación, pero no lo era para mi y lo mínimo que pedía era respeto por lo que estaba sintiendo.

Salí de su casa y me dirigí a la cafetería, por más triste que estuviera el trabajo no paraba y ahora necesitaba el dinero.

Llegué con muchos minutos de anticipación y fui a cambiarme, en ese ínterin llegó un mensaje de Carla.

¡¡¡Kendra!!!

¿Qué sucede?

¿Entregaste el ensayo?

¿Qué ensayo?

El de las becas, no me digas que lo olvidaste.

No, no, solo que pensaba entregarlo la otra semana.

¿La otra semana? El plazo es hasta mañana ¿no leíste la convocatoria?