2 Much (Justin Bieber)

Capítulo 58

Narrador Omnisciente

Luego de aquella desastrosa escena, Chloe se quedó en silencio un largo tiempo derramando algunas lágrimas, su intención nunca fue hacer sentir mal a su amiga por no decirle lo de Andrew, simplemente nunca hubo un momento adecuado para hablar ya que ese último tiempo su amistad se había basado en Kendra, en los problemas que tenía, en Justin, en su familia, en absolutamente todo, hasta llegar a un punto donde Chloe se sentía sola.

Se sentía frustrada, triste, enojada, todos sus sentimientos se habían juntado, en el fondo ella sabía que no tendría por qué sentir culpa cuando lo único que hizo fue buscar su felicidad, pero también sabía que estuvo mal no decirle y fingir una relación de odio que claramente no tenía con Andrew.

Secándose las lagrimas decidió salir con rumbo a la casa de Andrew, deseando deseando se encuentre ahí.

Una vez en su casa tocó la puerta encontrándose con su hermana pequeña, la hermana que ya había conocido hace un tiempo.

—Hola nena— trató de sonreír.

—Hola Chloe ¿vienes a ver a mi hermano?— sonrió.

—Así es ¿está aquí?

—Si, llegó hace poco. Puedes pasar.

—Gracias— dio unos pasos y se dirigió a la habitacion de Andrew.

—Chloe— la suave voz de la niña la detuvo.

—¿Si?— se dió la vuelta

—Gracias— dijo tímida.

—Por qué— preguntó con extrañeza.

—Por hacer feliz a Andrew— se tapó la boca y se fue corriendo.

Chloe no sabía como reaccionar, ella sabía perfectamente que no hacía feliz a Andrew, con remordimiento decidió seguir su camino.

Subió las escaleras y se dirigió a aquella habitación que había sido testigo de muchas cosas.

Tocó la puerta y después de un momento Andrew la abrió, mirandola con extrañeza.

—¿Chloe?

—¿Puedo pasar?— dijo al borde del llanto.

—Si claro— la dejó pasar.

—¿Estás bien?— Preguntó notando la cara de preocupación que llevaba.

Negó con la cabeza y solo lo abrazó.  Siempre se había sentido segura cada vez que lo hacía, sabía que era la única persona que tenía ese poder de calmarla, pero jamás se lo decía.

—Kendra lo sabe— decidió hablar derramando algunas lágrimas.

—¿Qué es lo que sabe?

—De nosotros— se alejó un poco y lo miró
—bueno de lo que pasó, no sé— se alejó.

—¿Se lo dijsite? Habíamos acordado en hablar con ella de esto juntos— se agarró la cabeza frutrado— mierda.

—No fui yo quien se lo dijo.

—¿No? ¿Entonces quién?

—Tú

—¿Yo? No le dije na...

—Leyó los mensajes que me enviaste— se secó las lágrimas— Vino a casa, no quise hablar con ella así que me encerré en el baño y ya te imaginas lo que pasó
No, no sabía que hacer, no sé que hacer— sus lágrimas volvieron sa salir descontroladamente.