2 Much (Justin Bieber)

Capítulo 60

Corría con desesperación por los pasillos de la universidad con rumbo a la dirección, para poder entregar el ensayo. Todas las clases habían acabado y lo único que me quedaba hacer era presentar el bendito ensayo.

Con la respiración entrecortada llegué a la dirección, tomando un poco de aire entre sin tocar ya que la puerta estaba abierta.

—Buenas tar...

Justin se dio la vuelta y me observó sin ninguna expresión. Sentía que le daba lo mismo mi presencia, sé que quizá soy un poco paranoica, pero no me equivocaba con lo que sentía. La gente a menudo tiene sensaciones, presentimientos, corazonadas, algo que les dice que nada está bien. Y esta era la ocasión donde sabía que nada estaba bien.

—des...— miré a otro lado.

—Si quieres saber sobre el examen puedes ver los boletines informativos, están allá- Eidan señaló a un lado y sin decir nada Justin se dirigió donde le había indicado.

—Eidan— me acerqué— qué haces aquí.

—Soy un maestro ¿lo olvidaste?

—No, solo no pensé que serías tú quien recogería los trabajos.

—Surgió a último momento— esbozó una sonrisa— y dime como te fue con los esquemas.

—Muy bien, aún no tienen calificación, pero seguro que tendrán una buena nota— entregué el ensayo.

—De seguro sí— lo recepcionó— ah... si quieres saber sobre tu examen para la beca hay algunos boletines por allá— señaló el mismo lugar de hace rato, dónde Justin se encontraba.

—Está bien— sonreí— nos vemos luego.

—Adiós— levantó su mano.

Di unos pasos, pero no pude continuar la conciencia me remordía, así que decidí volver.

—Lo siento— dije con culpa.

—Por qué— frunció el ceño.

—Porque no debí dejarte salir de casa—agaché la cabeza— pudo haber sido peligroso, fui muy desconsiderada.

—No, claro que no. Mi idea no era quedarme a dormir Kendra, no estaría bien.

—No digas eso, fue muy malo de mi parte. Además me ayudaste muchísimo, era lo mínimo que podía hacer.

—Ya te dije que no pasa nada, esta todo bien— sonrió.

—Gracias— susurré y me alejé.

Eso había sido mejor de lo que esperaba. De un día para otro las cosas con Eidan cambiaron para bien, nada de coqueteos, insinuaciones ni nada por el estilo, creo que por fin había entendido lo de Justin, aunque por ahora las cosas no estaban bien.

Me dirigí donde Eidan había indicado y para mi mala suerte Justin seguía ahí. Me acerqué y comencé a leer los boletines ignorando su presencia.

—Así que...—rompió el silencio mientras seguía leyendo el boletín— Eidan se quedó en tu casa anoche.

Abrí los ojos de par en par, había escuchado mi conversación con Eidan. GENIAL.

—Si— decidí responder a secas.

—¿Te ayudo con la tarea?

—Aja

No entendía el por qué se sus preguntas si ya escuchó mi conversación ¿qué más quería? ¿Detalles?

—Okay.

—Okay.

—Un profesor haciendo la tarea de una estudiante— pensó— que ético— habló con sarcasmo.