2 Much (Justin Bieber)

Capítulo 32

Dos oportunidades de besarnos, dos besos fallidos. No sé que Karma estoy pagando, de seguro en mi otra vida debí ser una mala persona.

Luego de aquel evento, nos dirigimos a la cafetería. Nadie quiso hablar de lo sucedido, por mi parte sentía frustración y un poco de vergüenza.

-Llegamos- Justin se aclaró la garganta.

-Sí, gracias. Me agradó acompañarte.

-Y a mi que me acompañaras- sonrió- Nos vemos mañana.

-Sí, nos vemos mañana.

-Adiós- se alejó, dejándo una gran incertidumbre en mi ser.

No me sorprendía la actitud que tomó, pero eso no significaba que no me doliera.

Odiaba sentirme así. Desde que lo conzoco sus actitudes han sido muy cambiantes, era frustrante no poder entenderlo, no poder descifrar lo que pensaba. No me merecía esto y mucho menos viniendo de él.

Entré al establecimiento dejando mis pensamientos de lado, pero no encontré a nadie, era demasiado raro, las luces y los aparatos estaban apagados.
Me adentré a la cocina, Martha ni Alfred estaban trabajando.

Fui a sentarme a una de la sillas, me agarré la cabeza y dí un gran suspiro.

-Vaya tarde.

-¿Qué pasó?

Una voz se oyó de uno de los pasillo, me sobresalté y me levanté inmediatamente.

-Lo siento- Eidan se acercó- no fue mi intención asustarte- rió.

-Casi me da un infarto- lo miré mal- no vuelvas a hacer eso.

-Claro que no, pero con la condición que me cuentes que pasó.

Pensé en lo que sucedió en la práctica de Justin-No, nada.

-No mientas Kendra, te vi llegar con Justin. No me digas que se comportó mal contigo.

Fue exactamente lo que hizo, odiaba sentirme de esta manera; bajoneada, con mis sentimientos por el suelo.

-No, no fue eso. Solo estoy cansada, acompañe a Justin a su práctica de Basketball. Es todo.

-Genial, solo espero que me lleven a la próxima

-Claro- sonreí y miré a mi alrededor - ¿Por qué está todo vacío?

-Ah, es porque haremos unas cuantas mejoras al lugar. Papá dijo que hoy no habría trabajo.

-¿Y por qué no me dijeron nada?

-Porque quería pasar tiempo contigo- se acercó- Espero que no te enojes- se rascó la cabeza- Me caes muy bien Kendra.

-Tu también a mi Eidan y no te preocupes, no estoy molesta.

-Gracias- me dió un cortos abrazo- Mira-me agarró de la mano y me llevó a la oficina de su papá- preparé esto.

Al entrar pude observar el lugar totalmente vacío, las cosas de David ya no estaban.

Las únicas cosas que habían eran; una mesa, dos sillas, velas por todos lados y algunos pétalos de flores en el suelo.

-Wow, esto es-

-¿Feo? ¿No te gustó?- la preocupación en él fue evidente.

-Claro que no. Es maravilloso, es un lindo detalle.

-Me alegra que te haya gustado ¿Te parece si comemos un poco? Preparé algo magnífico.

Me caería bien comer un poco, al final de cuentas no había almorzado.