Narrador Omnisciente
Al día siguiente Kendra se encontraba en su cama teniendo una lucha interna consigomisma, por una parte no queria ir a la Universidad, pero por otra tenía que hacerlo para no levantar sospechas.
Había llorado toda la noche pensando en todo lo que había sucedido, no lograba entender que lo que había vivido con Justin era mentira, que todo ese tiempo estuvo viviendo en una burbuja llena de falsedad.
Al principio no pensó que llegaría a afectarle tanto, pero la verdad era que se había enamorado, realmente se había enamorado de Justin.
Con la poca fuerza que le quedaba decidió levantarse, se dirigió al sanitario y solamente se lavó la cara, mirándose al espejo no pudo evitar llorar de nuevo.
—No mereces esto— susurró— lo siento mucho.— sollozó.
El dolor que sentía era indescriptible, sabía que no estaba bien llorar por alguien que nunca la valoró, por alguien que nunca la amó, sin embargo a pesar de todo ella lo seguía queriendo y eso le causaba más rabia. Cómo llegar a querer a una persona egocéntrica que todo ese tiempo fue alimentándose de los sentimientos que sentían por él.
—Cómo no me di cuenta— respiró con profundidad, tratando de calmarse.
—¿Kendra estás bien?— Su mamá tocó la puerta.
—Si— contuvo el llanto.
—¿Segura?— Dijo no muy convencida.
—Si, ya salgo. No te preocupes.
—Bueno, te esperamos para desayunar.
—Okay.
Salió del sanitario percantandose que nadie estuviera rondando por ahí y la viera.
Llegó a su habitación; se puso una sudadera roja y unos jeans negros.
Se miró nuevamente en el espero y desvió la mirada rápidamente porque lloraría de nuevo.
No se peinó el cabello y solo se puso la capucha de la sudadera, unas gafas de sol para que no se vieran sus ojos hinchados y listo.Bajó hasta llegar a la cocina y se encontró con sus dos hermanas y su mamá.
—Buenos días— dijo sonriendo.
—Hey ¿y esa ropa?— dijo Tamara.
—¿Y esas gafas de sol?— cuestionó Liss— No estamos en la calle.
—A mi me gustan y van bien con mi ropa— rió.
—Pareces todo menos tú— dijo Tamara comiento una uva— por qué tu cambio tan repentino, pasaste de rosas rojas a rosas negras.
—Que buena metáfora— dijo con sarcasmo Liss.
—Sabes a lo que me refiero — rodó lo ojos.
—Si, si como sea— rió pero fuera de bromas por qué...—hizo una pausa— ni si quiera te peinaste— le quitó la capucha.
—No me dio ganas— dijo despreocupada.
—¿Que? O sea eres tú Kendra...esperaría eso de Támara no de ti.
—Oye— se quejó.
—Sin ofender Tam.
—Ya niñas dejen de cuestionar a su hermana— su mamá se acercó a Kendra y comenzó comenzó desenredar su cabello con sus manos—¿Estás bien mi cielo?— le dio un beso en la cabeza.
Con un nuedo en la garganta decidió mentir— Si ma, todo está bien.
Ella suspiró— Está bien, te creo, pero sabes que puedes contarme todo ¿verdad?
Kendra asintió y comenzó a desayunar
Pasaron algunos minutos y ella se fue a la universidad cabizbaja, decidió caminar así respiraba un poco y trataba de olvidar lo que sucedió, sin embargo era imposible, no dejaba de pensar en eso, se puso los auriculares y comenzó a sonar Wrapped around your finger.
—Mierda— dijo al escuchar la misma, queriendo cambiarla, pero no lo hizo porque se sentia exactamente igual—
Tu puedes— susurró para finalmente caminar.Ella se sentía bien caminando, le gustaba sentir la suave brisa en su cara y pensar que todo estaba bien aunque sea mentira.
Tenía un dolorcito en el pecho que quería que se vaya, trataba de olvidarlo, pero no podía.
Llegó a la universidad tarde y no le importó, caminó por el campus mirando el piso, tratando de olvidar los sucesos de ayer, pero era imposible, cada palabra, cada escena llegaba a su mente.
Levantó la cabeza y por cuestiones del destino divisó a Justin, quien iba caminando a la cafeteria de lo más normal.
No había rastro de dolor o tristeza en él y eso le dolió aún más a Kendra porque tenía la esperanza que todo fuera mentira, que él llegue y le diga que la ama, que la maldita apuesta jamás fue real y que todo vuela a ser como antes, sin embargo ese fue el punto donde se dio cuenta que su historia había acabado.
Quiso desviar la mirada, pero no podía y eso le causaba ansiedad
—Te amo Kendra.
Aquellas palabras cruzaron por su cabeza, recordando aquel día donde sus cuerpos y sus almas se habían encontrado, tal situación le calaba el corazón, se había expuesto en cuerpo y alma a alguien que no la quería, habia tenido un vínculo tan íntimo con un completo extraño.
Con un nudo en la garganta decidió subir a la azotea que siempre frecuentaba, sin importarle sus clases.
Llego y respiró profundamente, dejo su mochila a un lado y se sentó en el piso para ponerse a llorar como una niña pequeña.
Se agarró las rodillas y oculto su cabeza en ellas, deseando no sentir ese dolor.
—¿Qué fue lo que hice?— Se cuestionó— sólo quería ser feliz.
Su llanto era incontrolable, lo de Justin le había afectado mucho, quizá para algunos el actuar de Kendra era precipitado, pero cuando uno ama de verdad a alguie, la caída de esa nube es fuerte.
Hola, hola mis amores
Ale apareciendo después de mil años (se pone a llorar) Pasaron muchas cosas en mi vida que uuufff fueron y son muy intensas...y adivinen quien esta yendo a terapia? Jsjsjs así es su escritora...es muy compliado de explicar, pero me esta haciendo muy bien. Quise entrar a terapia hace un tiempo, pero como que no se pudo y ahora la salud física prácticamente me obligó a hacerlo y estoy agradecida por ello.
Siempre cuiden de su salud mental y obviamente física, si es necesario acudan a un especialista, nunca se guarden las cosas.
En otras noticias, desde este sábado oficialmente entraré a vaciones por dos semanas, así que me tendrán muy, pero muy seguido por aquí.
Se vienen cositas, así como el final de la novela (lo dice con un nudo en la garganta) peeeero aún falta un poco más para eso.
En fin, espero que el capítulo les haya gustado, así lo haya hecho un poco cortito, saben que lxs tqm. Nos vemos en el siguiente capítulo.
Besoooos
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2 Much (Justin Bieber)
FanfictionDos segundos sin ti son como dos meses y eso es demasiado.