LOVE like this canción
—¡Eden! ¡Eden! —mi prima me sacudió por los hombros en la cama, mi cuerpo rodó hasta donde sus rodillas ponían el peso en el colchón. Cerré los ojos con fuerza, gruñí y me retiré de sus manos sobre mis hombros con un brusco movimiento.
Me había constipado. Tenía frío, mucho frío y no paraba de estremecerme por los escalofríos. No tardé en recordar el porqué de mi estado, me vino a la mente lo que había pasado justo la noche anterior e inmediatamente me sonrojé, pero sonreí feliz. Me aferré a la almohada y me hice una bola sobre mí misma. No había sido responsable de mis actos y eso me preocupaba; sin embargo, no podía decir que me arrepentía de lo sucedido, porque mentiría. Necesitaba eso. Gruñí molesta, me revolví entre las sábanas que me cubrían.
—Dime. —dije después de estirar mis brazos por encima de mí cabeza. Un largo bostezo se apoderó de mi situación y después de que mi boca en O se cerrara, restregué mis ojos con los puños de mis manos cerradas.
—¡Connor va a venir hoy a pasar el resto de la semana con nosotros! —me alegré de saber que cada vez se estaba integrando más al grupo. Estaba contenta de que mi prima estuviera contenta. Se lo merecía y lo tenía. Cada vez se me hacía más fácil ver a Connor cercano.
—¿¡Qué dices!? —enseguida me incorporé en la cama. Quería demostrarle a mi prima que realmente me importaba que se sintiese bien. Ahora que había conocido a Connor, ya le había cambiado la cara. Se notaba que él sabía hacerle feliz; he de admitir, que incluso más que yo, a pesar de que hube intentado hacer lo posible por sacarle una sonrisa en todo momento. Conocía su estado y ya no sabía ni cómo actuar al respecto. Siempre le estaría muy agradecida a Connor por saber cómo tratarla. —¡Eso es genial! ¿A qué hora viene?
—Justo a la hora de comer. —me dijo mi prima. El brillo en sus ojos delataban toda su emoción. Sonreí.
—¡No queda nada! —me desprendí de las sábanas y me senté en el bordillo del colchón. —Iremos a hacer la compra esta mañana. Pregúntale a Connor qué es lo que quiere para comer, vamos.
Ali se puso roja. Ambas nos levantamos de la cama. Asintió y salió de la habitación con el móvil en la oreja mientras le preguntaba a Connor por la línea. Le gustaba mucho, simplemente, se le notaba. La reacción que había tenido al decírmelo, decía más que mil palabras.
Hice la cama y abandoné la habitación cerrando la puerta. Llevaba las prendas de ropa del cesto de ropa sucia en una mano y me sostenía la cabeza con la otra mientras suspiraba. Entonces vi que una tenue luz salía por debajo de la puerta de Justin, decidí llamar a la puerta. No había cosa que más me apeteciera más que meterme en la cama junto a él y apoyar mi cabeza en su pecho mientras le acariciaba el abdomen.
Abrí la puerta, la cual crujía al mismo tiempo que se habría. Estaba tumbado en la cama sin camiseta y con el móvil en las manos.
—Hola, mi amor. Buenos días. —giró la cabeza para mirarme y yo le sonreí con timidez.
Me acerqué a él sin decir palabra. Dejé la ropa en el suelo y me metí bajo la colcha.
—¿Qué estás haciendo? —le dije prestando atención a su móvil. Posé mi cabeza sobre su pecho encorvado y le rodé el torso con mi brazo, que alrededor de su cuerpo parecía de juguete.
—Nada, mi padre, que me está enviando los nuevos casos. Como éste septiembre empiezo en la universidad está contactando con esta para avisar de que acudiré pocas veces debido a que le tendré que ayudar. —me explicó paciente mientras sus dedos se enredaban en mi pelo con detenimiento. Me acomodé sobre su pecho y pasé mis dedos trazando líneas por su abdomen.
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ÉL - Un Verano En California [US #1#]
Teen FictionLos polos opuestos se atraen, pero... ¿quién elimina la opción de que los polos iguales también lo hagan? Completamente diferentes, pero; jodidamente iguales. Así eran ellos. Su alma era negra y su vida demasiado atormentada como para saber a ci...