C A P Í T U L O 42

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  —Sshh... Vamos, Eden, tranquilízate. —la voz ronca de Justin apareció en mi oreja susurrante.

  Ayudada de movimientos bruscos, intenté zafarme de las manos que me rodeaban. Era mucha la fuerza que ejercían sobre mí y me costó muchísimo que sus potentes manos me soltaran. Aún así, lo conseguí, di varios golpes al aire y salí echando chispas de la casa, donde todas las personas fijaban sus miradas en mí, expectantes a que saltara de nuevo, pero eso ya no iba a pasar. Nadie más me haría quedar como lo que no era delante de tanta gente. Nadie me provocaría a que creara otro acto de tales grados maleducados. Nunca más. 

  Mientras la luz de las farolas y la natural luz de la luna me alumbraban el corto camino a la playa, yo andaba limpiándome las lágrimas que corrían por mis mejillas y acomodándome en brazos cruzados y labios encorvados.

  No había avisado a mi prima del altercado sucedido, ni siquiera de que había salido para despejarme y olvidar y tampoco quería saber nada de Justin después de saber que estaba con Sophie a mis espaldas, había quedado como una estúpida, para mí fue humillante, era como que todos sabían con quién estaba Justin, menos yo, y ya estaba harta de quedar como la tonta, no eran nadie para tomarme el pelo nunca más. Suficiente había tenido con escuchar su voz en mi oído y el costoso esfuerzo de zafarme de su agarre. Si era ella a la que quería, que se fuera con ella, que me rompiera el corazón, que se marchase dejando la peor marca en mí, pero por favor que dejara de montar un lío constante en mis pensamientos. Solo quería volver a ser como antes.

  ¡Lo odiaba! ¡Odiaba a Justin! Si no fuera por él yo habría seguido con mi simple, tranquila y planeada vida... y por su culpa... yo ya no volvería a ser la que era aquel tres de junio, él me había cambiado.

  Pero eso no era verdad, contradecir mis sentimientos no me ayudaba a olvidarlos, ni a cambiarlos, solo a darme cuenta de que me estaba engañando a mí misma y de que cada vez le quería más. Todavía me gustaría saber qué es lo que, ese chico, me había hecho.

  JUSTIN.

Media hora antes...

  La poca luz que se abría paso en el pequeño cuarto, era la suficiente como para mantener alumbrada la conversación que necesitaba tener con Sophie. Minutos antes le había dicho abajo que subiera para hablar conmigo.

  Pequeños reflejos eran los que se podían vislumbrar de los pocos muebles que conformaban aquella habitación.

  Minuciosamente fui arrastrando la yema de mis dedos sobre los muebles. En el umbral los tenues reflejos de la luz en los que se podían observar como partículas de polvo eran las que se supendían en el aire. Se notaba que aquella maldita habitación era un cuarto cerrado, al que no entraban y ni tan siquiera limpiaban. La mierda estaba acumulada por días y cada vez sentía un asco más intenso.

  Inspiraba y exhalaba, estaba jodidamente histérico, las ganas de ver a Eden me estaban matando y si Sophie no aparecía pronto lo mandaría todo a tomar por culo, pero mi subconsciente me decía que esa conversación tenía que mantenerla tarde o temprano y que más valía temprano que tarde, por lo que me senté sobre el colchón mientras agitaba la pierna nervioso, mi cabeza pensaba "que venga ya, que venga ya, joder".

  Quería comerle la puta boca a Eden, joder, después de cómo habíamos quedado aquella misma tarde... sabía que estaba molesta, joder, pero quería demostrarle lo mucho que la quería. Quería quitarle la inocencia que tenía y follarla durante horas, joder. La quería a ella, la necesitaba. Yo quería ser el único capaz de cuidarla, pero que jodidamente difícil me estaba resultando. Solo estando conmigo yo tendría la conciencia tranquila de saber que está bien y de que no le falta de nada. Eso era lo que quería, que fuera feliz. Yo quería hacerla feliz, yo quería ser el causante de su puta felicidad, ¿cuánto tiempo me iba a llevar ganármela? Mucho, porque no es un puto juguete de feria que si lanzas un dardo te lo llevas, eso ya lo sabía. Por mucho que quisiese pensar que era como todas, no me podía convencer de algo que ya sabía que no era cierto.

ÉL - Un Verano En California  [US #1#]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora