C A P Í T U L O 33

204 29 26
                                    

Recomiendo leer este capítulo escuchando la canción de The Neighbourhood, titulada: Lurk.

°

°

—¿Qué ocurre, Maite? —le preguntó Ali con la voz temblorosa.

—Es Justin, está en Skid Row. Se ha metido en otro problema, voy a tener que cantarle las cuarenta. —en el momento que las palabras salieron por el lado de la línea telefónica, juro que casi cojo el teléfono y lo lanzo por los aires, por suerte para Ali y su teléfono contuve las ansiadas ganas de hacerlo.

Supe que mi cara había quedado peor que la de un ser etéreo. Mi prima le colgó instantáneamente y se guardó el móvil en la mochila.

—¿Ves? A esto le tengo miedo —señalé con los ojos llorosos. —. Nunca me cuenta nada, todos esos problemas es por todo lo que oculta, Ali. No me lo quiero pasar bien, ¿sabes? No es que no quiera, es que no puedo. No me lo puedo pasar bien si no sé qué es lo que pasa con él —espeté en un estado histérico. —. La última vez pasó lo mismo en Hustler, ¿qué es Skid Row? Iremos a por él, ¿dónde está la parada de autobús más cercana?

Me pregunté si alguna vez iba a dejar mis preocupaciones a un lado, pero me contesté yo solita y la respuesta fue "no", me lo esperaba aunque no me lo quisiese esperar.

Esa también era una sensación, nuevamente experimentada, sentir el corazón casi saliendo por tu boca, era una sensación que no había vuelto a reconocer desde aquel accidente innombrable.

Me obligué a que si quería estar con él debería de acostumbrarme a sus movidas, pero claro que no lo iba a hacer, principalmente porque esas movidas iban con él.

—Eden, tranquila. No podemos ir allí solas, es una locura, deja que Maite se ocupe. —las intenciones de que me relajase me volvían cada vez más loca y me sacaban cada vez más de mi lugar.

—¡No! Si te quieres quedar; te quedas tú. No quiero ni pensar lo que harías si James estuviera en su lugar y para tu información, esto es culpa de tu novio, ¿sabes? Si no hubiese sido por él, Justin no se habría ido al casino ese y menos haber sacado dos millones de dólares de su cartilla. —en el mismo momento en el que me desahogué supe que mi comentario había estado fuera de lugar y era hiriente para ella.

No prentendía hacerle daño, debo admitir que en ese momento estaba a caldo, nerviosa y no contralaba muy bien lo que salía de mi boca, no era consciente de ello, solo sabía una cosa, solo veía rojo y estaba histérica. Estaba enfadada con el mundo y mi mala actuación de pagarlo con la que más cerca me pillaba.

Por si todavía no os habéis dado cuenta, todos los problemas que tenéis, acabáis pagándolo con la persona que menos se lo merece y para colmo a la que más quieres.

—¡Estás demente! —me gritó mi prima alzando los brazos enfurecida. —¡Justin está metido en toda esa mierda porque quiere y porque le da la gana y siento decirte que lo hace para creerse guay delante de todos! ¡Eres una ingenua que cree que lo sabe todo y no sabes nada! Y deja de pagar las mierdas de mi novio con las mierdas de tu... lo que sea que sea tuyo.

Sus palabras me golpearon como si fueran una barra de acero y supe que el karma ya me había llegado.

—Justin no lo hace para creerse guay delante de todos vosotros, él ya no está en el instituto, ¡esto no es el puto instituto! ¿Crees que él sigue pensando que esto se basa en ser aceptado y a ver si me drogo voy a ser más guay? Y una mierda, Allison, él no es como sus putos amigos. Si quieres que te diga la verdad, sois una mierda de amigos, a nadie os importa un comino cómo esas cosas tan desagradables de ingerir le perjudican. Solo lo miráis y os divertís viéndole cómo hace todo lo que hace, pero ninguno le para los pies, eso no es querer lo mejor para él, eso es ser una mierda de amigos. —me fui de allí con la conciencia de que le había dejado claro lo que tanto deseaba decirle.

ÉL - Un Verano En California  [US #1#]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora