Recomiendo leer este capítulo escuchando la canción de Banners, titulada: Half Light.
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Dejé de mirar el agua para desviar mi mirada hacia él, sus preciosos ojos verdes penetraban en los míos, pero aquella vez no aparté mi mirada de la suya, seguí mirándole para ver la sinceridad en ellos y sí, la ví, eso era todo lo que quería, eso era todo lo que necesitaba.
Sabía que no era una cosa fácil para él hablar sus problemas o lo que fuera que tuviera conmigo, con una completa desconocida, podía entenderlo, al fin y al cabo, yo tampoco le había hablado de los míos, aún así, apreciaba mucho que se hubiese decidido a contármelo, era muy importante para mí aquel gesto.
Tragué saliva y le presté atención.
—¿Recuerdas... cuando te dije que odiaba a la actual mujer de mi padre? —asentí con la cabeza, claro, cómo me iba a olvidar de aquella noche, pasaron muchas cosas, pero ver el letrero de Hollywood tan cerca y que Justin me contara una parte de él, fue lo más emotivo. —No sabes la razón del por qué y quiero que la sepas, porque yo nunca odiaría a alguien sin un motivo. Nicole siempre quiso a mi padre por la gran cantidad de dinero que poseía y actualmente posee. Yo nunca confié en ella. Nicole era la mejor amiga de mi madre, pero sigo pensando que lo fingió, fingió ser la mejor amiga de mi madre y todo porque, solo yo sé una cosa y que él ha intentado cubrir, y claro, como es el mejor abogado de todo el estado de California, se le ha creído y nunca más se ha vuelto a mencionar el tema. Pero tengo claro que cuando llegue a ser un abogado tan reconocido como mi padre, obtendré las pruebas suficientes como para demostrar que Nicole fue la que acabó con la vida de mi madre, nunca podré perdonárselo.
Su mirada estaba fija en algún punto para nada determinado y pude notar cómo hacía el mayor de sus esfuerzos en evitar que una lágrima cayera por su rostro. Me quedé completamente sorprendida ante lo que me había acabado de contar. Sentí la rabia creecer en mi interior, saber todo lo que había tenido que sufrir, me entristecía; y que nadie le creyese cuando él se daba cuenta de todo, me enfadaba. ¿Y su padre? ¿Cómo es que no hizo nada al respecto? Todo me resultaba muy extraño y eran muchos los cabos sueltos que quedaban por atar.
—¿Cómo es que tu padre no hizo nada? Al fin y al cabo, la mala era Nicole y la que había fallecido por su culpa era su mujer, ¿no? —le pregunté tímidamente, no quería alterarle más de lo que ya estaba.
—¡Porque es gilipollas! Los dos son gilipollas, él y su mierda de puta. —me espanté al escuchar el vocabulario que había empleado, creo que aquello era el reto de "haber cuántas palabrotas podías llegar a decir en una sola oración", no me gustaba que hablase así, ni que se refiriese a ellos con esos términos tan despectivos, pero lo dejé pasar.
Posé una mano en su pecho para intentar que se relajara y comencé a acariciarle con la palma de mi mano. Noté como su respiración iba a mil por hora y su corazón se le aceleraba progresivamente, parecía que se le iba a salir.
—Él sufría todos los días de ver a mi madre en aquel estado, era pésimo, pero, ¿quién fingía y quién le hacía la pelota todos los días? NICOLE, ¡Nicole consiguió lo que quería, lo que quería era quitársela de encima y lo consiguió! Ella era la encargada de darle las pastillas equivocadas a mi madre, ¿por qué? Porque ella era la médica, y con la excusa de que era la mejor amiga de mi madre, se encargó de ella, hasta que mi madre ya comenzaba a estar en las últimas, ¡Y luego fingió pena por la muerte de mi madre! E incluso en su propia boda la recordaron con bonitas palabras. ¡Mi padre le salvó el culo de entrar en la cárcel! Y todo porque la tonta del botijo ya le había absorbido toda la mierda de diminuta cabeza que tenía mi padre. Le tenía en las garras. En las garras. Mi padre era completamente adicto a ella. Yo a los dieciséis, bueno, quince, para ser exactos, ya tenía un poco de libertad y me piré de mi puta casa. Los odio. Los odio a los dos. Por eso. Porque me han quitado a la persona que más quería en el mundo. —supe que en aquel momento quería pegar a algo, pero no tenía nada alrededor a lo que golpear.
No puedo decir cómo me sentí exactamente, pero en aquel momento, sentí el mismo asco tanto como por Nicole como por su padre... Era muy difícil odiar a una persona sin conocerla, pero no imposible, eso decía mucho de ellos, de la clase de personas que eran.
Me enfurecía el hecho de que Justin hubiese acabado así y por culpa de ambos. Si no hubiese sido porque su madre hubiese muerto, si no hubiese sido porque él también estaba metido hasta las trancas en la enfermedad de su madre, ya que sino no se habría enterado de prácticamente de nada, que es como debería de haber sido, nadie debería de haber metido a Justin dentro de lo que le estaba pasando a su madre, así no se habría enterado de las pastillas y no habría vivido toda su vida traumado, era un niño, prácticamente, y había vivido con eso durante el resto del tiempo, era muy injusto, sentí la pena arrollarme, el enfado, la furia, una bomba de emociones y ninguna positiva.
Si no hubiera sido de saber todo lo que sabía y de ver todos los días a la mujer que provocó el fallecimiento de su madre, en su casa y el mismo compinche como su padre, que eso es lo que hizo que Justin se alejara de todo y se refugiara en las drogas, y aunque en realidad, ninguna excusa es válida para recurrir a la droga, la infancia de Justin tuvo que ser traumática y así es como ha acabado todo su trauma, esa había sido su manera de pagar todos los hechos que había tenido que soportar. Eso, todo lo que ha vivido había conseguido que dependiera de la droga. Me obligué a pensar que aquel no era el final, él no va iba acabar mal, él no iba a acabar metido en la droga hasta las trancas, él no se metería en más problemas. Aquello no era como acababa, aquello solo era el principio de todo, yo me encargaría de ayudarle.
Eso era lo que quería, quería ayudarle.
—Lo siento, Justin. —una lágrima cayó por mi rostro humedeciendo mis mejillas y la quité con el dorso de mi mano.
—Tú no tienes la culpa. —se quitó la camiseta negra con rabia y se tiró al lago. Su bañador era negro también y resaltaba su color de piel. —Vamos, báñate conmigo. Si te bañas, podrás hacerme una pregunta más. Sólo una, la que tú quieras.
Yo sabía que me iba a bañar igualmente, pero no se lo pensaba debatir, así era mejor. Tuve clara la pregunta que le iba a hacer.
Me quité el vestido y me quedé en ropa interior. Era de color negro, vi como Justin me miró de arriba a abajo y por un momento me puse nerviosa, pero pensándolo bien, ya me había visto al completo sin ropa...
Me tiré al agua y me sujeté en él para no hundirme, en ese lugar no tocaba el fondo y se me daba muy mal mantenerme a flote, sabía nadar, pero no mantenerme quita y sin hundirme.
—Este se ha convertido mi lugar favorito, de entre todos los que he estado. —le susurré mirando a mi alrededor. —Es mi hora de preguntarte.
"¿Qué es lo que sabe Sophie de tí que tanto miedo te daba dejarla?" —le pregunté y en seguida se nos vino encima un silencio tan repentino y ensordecedor.
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HOLA AMORES!!! ❤️
ESPERO QUE OS GUSTE EL NUEVO CAPÍTULO!!
RECORDAD VOTAR.💫
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ÉL - Un Verano En California [US #1#]
Novela JuvenilLos polos opuestos se atraen, pero... ¿quién elimina la opción de que los polos iguales también lo hagan? Completamente diferentes, pero; jodidamente iguales. Así eran ellos. Su alma era negra y su vida demasiado atormentada como para saber a ci...