ÉL - Un Verano En California [US #1#]

C A P Í T U L O 22

N/A: Recomiendo leer este capítulo escuchando la canción de Sy Ari Da Kid, titulada: TLC. No es necesario 🤷🏻‍♀️

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JUSTIN.

  JUSTIN.

  Ver al desgraciado de Mike encima de Eden hizo que la sangre corriera alocada por mis venas. Solo de pensar que ese hijo de puta le haría daño me daban ganas de matarlo y solo me hacían falta escuchar las palabras que dijo de ella lo que hicieron que le dejara la cara más desgarrada que la mía, no tenía pensado hacerlo, siempre era mejor dejar al débil salirse con la suya, porque así quedaba por encima mientras que los demás ya saben que te has dejado quedar por debajo, pero no pude evitarlo, la furia superó mis razones.

  No podía seguir, no podía continuar con lo que fuera aquello que había entre nosotros dos surgido como la manzana de Adán y Eva, completamente de la nada.

  La necesitaba más que a una droga.

Supe que mi miedo se iba haciendo realidad, me estaba consumiendo. El amor imposible se estaba convirtiendo en la droga más demandada por mi cuerpo.

  EDEN.

  Ya era la segunda vez que dormía con Justin. Bostecé perezosamente y apenas tenía las fuerzas suficientes para abrir los ojos. La pesadez del cansancio podía con todo mi ser y eso era completamente inevitable.

  —Buenos días. —Justin se sentó en el borde del colchón y yo me recosté hacia el lado en el que estaba sentado.

  —Buenos días. ¿Cómo llevas tus...? —no supe cómo explicarlo, pero simplemente señalé sus magulladuras.
 
  —Bien... ¿Qué te pareció anoche? —«anoche, oh dios.» me ruboricé con tan solo pensarlo, me reí y me tapé la cara con ambas manos ocultando mi sonrisa vergonzosa. —. Vamos no te me pongas vergonzosa ahora.

  Le miré y su gesto cambió. En aquel momento, no supe determinar si su estado era de desolación, tristeza, enfado, preocupación... No me cabía la menor idea y habría pagado por saber lo que en aquel momento estaba pensando.

  —¿Has hablado ya con Sophie? —tragué con dificultad, asentí levemente y me vi obligada a desviar la mirada, no podía mantener la mirada fija en él.

  —Sí. Todo ha salido bien, se lo ha creído... Bueno, en realidad, le he comprado un bolso de Louis Vuitton. —dudó. Cómo no. Increíble. Suspiré y negué con la cabeza ante ese acto tan inmaduro y entonces añadió algo: —Dime que no te importa lo que tengo con Sophie. Dime que podemos seguir con lo nuestro sin que ella lo sepa. —mi cara cambió al escuchar sus palabras.

  Me senté en la cama en un movimiento rápido y encorvé un poco mi espalda para poder quedar cerca de él.

  —Lo siento, Justin, pero no te voy a decir eso. —plegué los labios, desvié la mirada y me levanté de la cama dejándole con la cabeza apoyada sobre la palma de su mano.

  Se levantó también y alzó tanto la voz como los brazos.

  —¿¡Por qué no!? Joder, Eden. Ella no significa nada para mí. Por favor. —sonaba suplicante pero no iba a caer en su juego, me negaba.