ÉL - Un Verano En California [US #1#]

C A P Í T U L O 15

N/A: Recomiendo leer este capítulo escuchando la canción de "The Fedz", titulada: Warning Child.

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  La noche se pasó rápido.

  Nos montamos en la montaña rusa y jubilosa me reí al ver a Justin acongojado por la caída, aunque debo admitir que yo también estaba aterrada.

  Pagamos los tickets de la noria y pudimos gozar de las maravillosas vistas que la ciudad se ofrecía desde aquella altura.

  Compartimos algodón de azúcar, que para añadir, estaba de rechupete. Hicimos una apuesta, el que más puntos ganase en los dardos, se comía el algodón de azúcar y el que no, tenía que apechugar con las consecuencias.

  Perdí. No me consideraba un as en los juegos de puntería, pero el bueno de Justin se dignó a compartir el algodón de azúcar conmigo y al rato después de haber ingerido más calorías que nunca, me arrepentí, pero era típico en mí, siempre acababa arrepintiéndome cuando la comida ya estaba tocándome la planta de los pies.

  Nos montamos en una impresionante cabina de 8D y fue maravillosa la sensación de experimentar algo nuevo.

  Después de una hora el hambre se me antojó de nuevo y nos acercamos a una caravana que vendía pizzas. Odiaba la pizza con piña, así que nos decidimos por la de Bacon, esa siempre sería una opción válida para mí, nunca se fallaba.

  Después de que hubimos masticado la pizza y nos habíamos artado de reír debido a los malísimos chistes de Justin y la tripa ya me comenzaba a doler, fuimos hasta un escenario de placas.

  Un grupo musical se presentaba para dar su concierto (o el de otra persona) en vivo y en directo. El grupo era un grupo Británico, "The Fedz", sus paneles de color naranja y sus gigantescas pancartas de plástico del mismo color estaban sobre el escenario.

  Nos repartieron globos, los cuales también eran de color naranja, y en en el plástico se podía leer el nombre del grupo.

  —¡WOWOWOW! ¡Una ciudad nueva! ¡Con la emoción a flor de piel! ¡Sois increíbles! ¡Cuando contemos tres, dejaréis volar el globo! ¿¡Listos!? —miré a Justin emocionada y este también lo hizo. —UNO, DOS, TRES...

  Todo el mundo soltó su globo, Justin y yo incluidos.

  En un gesto repentino sus manos me cogieron la nuca, tal y como había hecho la primera vez. Sus labios se posaron sobre los míos pillándome completamente desprevenida. Su lengua se abrió paso entre mis labios paralizados. Reaccioné y su aliento mentolado ya me causaba una sensación familiar, la cual iba a convertirse en la peor droga. Nuestras lenguas quedaron entrelazadas. Me mordió el labio inferior causando en mí una gran excitación. Sus dedos se enterraron en mi pelo y yo agarré su mentón para que no se separase de mí.

  —Pediría perdón por haber cometido el mayor pecado capital, pero no me arrepiento. —me susurró recuperando el aliento perdido y acompasando su respiración a la mía.