¿Por qué yo?

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2-D se paró y extendió una mano hacia Kion para ayudarla a pararse.

– ¿A dónde van? – preguntó Noodle curiosa.

– Al mar.

– No sean bobos, van a enfermarse. – los regañó frunciendo el ceño.

– Tranquila, no voy a meterme. – rió Kion divertida.

Corrieron los dos hasta la orilla y Kion se quitó las zapatillas. 2-D imitó su acción arrojando el calzado hacia donde estaban minutos atrás sentados.

– Escucha eso. – Murmuró ella, cerrando sus ojos.

El volteó a verla. Ella respiraba hondo el aire de playa y escuchaba con detenimiento el sonido de las olas romper en la orilla.

Estaba drogado, debía confesar. Pero aún así podía apreciar la belleza de Kion, incluso un poco más que de costumbre.

– ¿El sonido del mar? – preguntó él, obvio. Ella rió divertida mientras asentía con la caveza, contagiando con su risa a 2-D.

Extendió sus brazos en el aire y suspiró. Abrió sus ojos y lo miró.

– ¿Cuándo fué la última vez que te sentiste libre? – le preguntó.

El miró al horizonte pensativo.

– Probablemente hoy. – confesó. – Ahora...

– Y yo. – Coincidió Kion, suspirando soñadora. – ¿Bailas? Te debía un baile de aquella noche...

– Es cierto, Mi Lady.

Respondió él riendo y tomó su mano nuevamente, y riendo le dió una vuelta sobre la orilla mojando a penas sus pies con el agua del mar.

– Mierda, está helada. – se quejó Stuart, riendo.

– ¡Lo sé! ¿Sientes esa aceleración de ru corazón cuando el agua helada toca tus pies? Es mágico.

– Si, pero no quiero sentirme así, quiero bailar y estar relajado, pequeña... – rió dándole otra vuelta y comenzando a bailar con ella, tomando ambas manos.

– Canta algo para mí. – le suplicó, mirándolo a los ojos.

El notó que sus ojos bicolores estaban más negros que de costumbre debido a sus pupilas dilatadas.

– ¿Algo cómo qué? – preguntó, perdido en su bella mirada.

– No lo sé, lo que sea... Inventa una canción, una que sea para mí.

Él rió con ternura ante su petición sin dejar de bailar, bajo la luz de la luna y con el sonido del mar de fondo.

L.A why are you so complicated to me? – Murmuró cantando casi en susurro. – Twilight...

Ella lo miró atenta, escuchando cada palabra esperando a que prosiga. Estaba bajo los efectos del brownie, pero aquél no era como beber alcohol. Podía comprender totalmente lo que él le cantaba.

Stuart iba a seguir cantando, pero en cambio se quedó callado. Sentía que se había expuesto a sí mismo.

– ¿Esa canción... La inventaste recién o es nueva? – preguntó curiosa, bailando ahora más lento para poder verlo.

Pero el desvío la mirada hacia el horizonte avergonzado.

– La inventé. – mintió. – pero no sé cómo seguirla. – rió un poco, ella sonrió y se acercó a su oído.

– Termínala, es buena. – Murmuró, provocándo que su piel se erice rápidamente.

– Oigan, mariquitas. – oyeron el grito de Russel. – Vengan aquí, Noodle tiene una idea increíble.

Rhinestone Eyes | Gorillaz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora