Luego de varios días de trabajo, Kion se encontraba con el tratamiento que había comenzado en Stuart: ayudarlo con sus migrañas.Había intentado a ayudar a Russel con Del pero había sido imposible, le explicó que aunque él no fuera creyente debía consultarlo con algún cura o referente de alguna iglesia católica. Lamentablemente, ella no podía hacer mucho más por él en ese ámbito.
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– ¿Has tirado todos los medicamentos anteriores? – preguntó Kion mientras le pasaba unas tabletas de pastillas que había hecho ella.
Lo que él no sabía, es que tenían mucha menos "droga" que las pastillas que tomaba él. Pero era necesario para que deje la dependencia a las pastillas.
– Si, aunque no le he dicho a mi madre... O va a regañarme.
– Está bien... – rió. – Y ¿Has notado algún cambio en éstos días?
– Puedo dormir más tranquilo por las noches... – confesó pensativo, mientras rascaba su nuca.
– Escucha Stu... ¿Si sabes que la dependencia a los fármacos no es buena? Y a la larga, ya no funcionan. – explicó solamente para ver lo que él le respondía.
Aquello pareció incomodarle un poco, ya que se removió en su lugar y guardó las pastillas en el bolsillo de su chaqueta de algodón.
– La verdad no me gusta hablar mucho de ésto... – musitó, tímido.
– Sé que no, y sé que me lo dejaste claro desde que comenzamos a trabajar en ésto. Pero yo también tengo que estar al tanto Stu. No voy a regañarte, no soy tu madre... Pero lo que hago lo hago para ayudarte, ¿Lo sabes cierto?
El alzó la mirada apenado. Kion pudo ver a través de sus ojos años de dependencia y la tristeza que le generaba aquel asunto.
Posó una mano en su hombro.
– Yo voy a ayudarte. – dijo con seguridad. – Te lo dije desde un principio.
– Lo sé. – suspiró posando una mano sobre la suya. – Y gracias.
– Entonces empecemos con pasos pequeños... ¿Si? Empecemos con el viaje que haremos a Los Angeles.
En efecto, la semana entrante él sería quien acompañaría a Kion a su ciudad natal. Murdoc quería ir, pero sabía que debía quedarse en casa por seguridad en caso de que algo llegue a ocurrir.
El sonrió un poco más animado y asintió con la cabeza.
– Está bien.
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Cuando bajaron del avión luego de aquel largo viaje, Stuart tuvo que comprarse otra botella de agua ya que el vuelo le había sentado pésimo al estómago. Había estado con náuseas desde que despegaron, y recién cuando bajaron comenzó a sentirse mejor.
Salió del baño de hombres con un aspecto pálido, y su cabello azulado más despeinado que de costumbre.
– ¿Estás bien? – rió Kion mientras acomodaba un poco su cabello.
– Ya estoy mejor... Cielos, no recordaba que él vuelo me provocara tantas náuseas. Estoy súper avergonzado. – confesó ruborizándose mientras tomaba su maleta.
– Tranquilo, has perdido la costumbre. No es para tanto... – lo tranquilizó mientras se dirigían hacia la salida del aeropuerto.
Una vez tomaron el taxi, Kion le dió la dirección de su antiguo apartamento, y sintió un nudo en el estómago.
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Rhinestone Eyes | Gorillaz
FanfictionDesesperado en busca de un cerebro para salvar algunos problemas de su banda Gorillaz, Murdoc Niccals pone su mira en Kira Ion, una científica investigadora recién llegada a Londres Su historia no comienza del nada bien. Aunque para su suerte, en l...