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En ningún momento echaron en falta algo fuera de sus casas. Los padres de Seungmin los trataban como si fueran sus hijos.
Practicaron como mulas hasta llegar al agotamiento extremo. Sin prisa, pero sin pausa. Y solo era el tercer día en Daegu. Es más, podían asegurar que se sentían más cómodos en casa de Seungmin que en las propias, y haber podido convivir juntos gracias a las decenas de habitaciones que la gran mansión poseía.
—Respirad hondo...—el chico de brackets hinchó su pecho al igual que los demás—. Soltad el aire por la boca lentamente... Y recordad, la meditación es el mejor método para no pegarse un tiro.
—Confirmo—añadió Changbin en tono gracioso aunque eso fuera un tema delicado.
—Ley de vida, la vida es dura y la mierda blanda. Sigamos luchando.
Abrieron los ojos y se levantaron. A pesar del gran tamaño de esa sala, no todos podían bailar a la vez puesto a que siempre terminaban golpeándose. Han se adueñó de una esquinita para poder tener un poco de silencio y llamar a algunos compañeros que podrían ayudarles. Lo habían hablado con cabeza esos tres días hasta llegar a la conclusión de que, cuantos más, mejor. No importaba el género, solo el número de personas.
—Un buen grupo, queremos hacer—pausa—. Sí, sí, a las chicas también, pero no lo contéis a lo loco, ¿eh? Con cabeza, por favor.
—¿Se atreven?—cuestionó Hyunjin.
—Por supuesto. A estos les das cervezas y hacen lo que quieras—contestó divertido.
Hyunjin palmeó amistosamente la espalda de Han. Fueron hacia los pocos observadores y se sentaron a sus lados.
—¿Vendrán?—preguntó con interés Changbin.
—No han confirmado nada, pero lo supongo—contestó Han con desdén.
—¿Cuántos seremos, Hyunjin?
—No es seguro—le contestó a Jungwon.
—Vaya gestión de mierda. ¡No sabéis nada!
—Y ¿qué pretendes que sepa? ¡Acabamos de decírselo! ¡Tendrán que hablar con los demás, cretino!—gritó Han, sintiendo el infierno en su cabeza.
—Paz y amor, amigos. Somos uno-
—¡Tú te callas, yonqui!
—Que I.N no tiene la culpa, tío, cállate, que todos estamos estresados—explicó Hyunjin, mirando neutra al chico en cuestión.
Han respiró hondo y mantuvo el aire unos segundos. Se calmó y visualizó su éxito como el menor de ellos les había enseñado. Sí, a pesar de que Han pensara que I.N se metía de todo, debía admitir que sus meditaciones y clases de yoga y taichí organizaban sus ideas.
—Bueno—soltó de la nada Changbin, levantándose del suelo y poniendo sus brazos en jarra—, ¿voy cargando la pistola?—hubo un chasquido que Changbin pudo escuchar perfectamente a pesar del alto volumen de la música. Han se dio por vencido.
Jungwon, Jungkook y Sunoo se miraron con la ceja levantada tras haber sido espectadores de lo que vendría a ser una "discusión", muy exagerado llamarlo así para ellos, pues en sus amistades se trataban de esa forma. No sabían si iban en serio o, al igual que ellos, era costumbre tratarse mal. Por eso mismo, y miedo de las tendencias suicidas de Changbin y la que parecía ser una mano asesina de Han, no dijeron nada. Al menos, no hasta que la vibración en el bolsillo de la sudadera de Jimin fue captado por Jungkook, quien lo tomó y leyó el nombre de la persona que llamaba: Kim Wook-ah.
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~Black Swan~ (BTS) (FINALIZADA)
Fanfiction"2012. Cuando todo parece estar destinado, y velar por la libertad parece imposible, resulta que no termina siendo así. Un mundo donde el baile es considerado pecado en los hombres, siete chicos se arriesgan por seguir haciendo lo que tanto aman aún...