~Black Swan~ (BTS) (FINALIZADA)

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Quedan solo cuatro semanas para que la celebración del Chuseok comience. Las últimas dos semanas han volado y ni siquiera habían hecho nada respecto a la función.

Hay que ponerse las pilas, y practicar a distancia hace tiempo que ha dejado de ser buena idea.

—Han, ¿toda la gente esa con la que hablaste cuando estuvimos todos en casa de Seungmin...?—preguntó Jungwon esperando a que Eun-yeong le pasara ropa.

—Son bastantes los que han contestado, pero todavía faltan otros pocos por decidirse. No es algo fácil.

—Y sin serlo, aquí estamos, vistiéndonos con los trapos viejos de Eun-yeong para pasar desapercibidos.

—Pero ¿tú crees que este cuello puede pasar como el de una mujer? Esto no me parece muy buena idea...

—Bangchan, ¿tienes alguna otra cosa en mente?—él negó con el cejo fruncido—. Pues si no tienes nada que aportar será mejor que dejes de quejarte.

—Cualquiera diría que tú eres el más estresado cuando ni siquiera saben que estabas con nosotros, Hyunjin.

El chico le dedicó una mirada de asco a Jay, que le sonrió satisfecho.

—La furgoneta llegará en media hora, queridos, tenemos que darnos prisa e ir yendo.

Eun-yeong abandonó la pequeña habitación para que los chicos pudieran ponerse sus trapos y salió al porche para esperar la furgoneta que los padres de Seungmin habían mandado.

Seungmin y Namjoon habían hablado horas atrás para que supieran que iban en camino. Namjoon dijo que no estaban en Busan, y eso colapsó a Seungmin. Namjoon dijo que hablara con su padre, que él era el único que conocía la localización y que después le dijera que los llevaran con ellos. Seungmin se puso en contacto con el señor Kim y acordaron quedar en tres horas en su casa, llevarían a los chicos en dos grupos porque no entraban todos al mismo tiempo en el avión. Menos mal que la familia de Seungmin también controlaba dinero. Los dos aviones estarían listos para cuando ellos llegaran.

Fue demasiado tarde cuando se dieron cuenta de que en vez de parecer chicas adolescentes, parecían mujeres de cincuenta años. La falda que Sunghoon llevaba parecía el típico mantel de punto blanco que hay en casa de tu abuela. A Eun-yeong le llegaban las faldas por los tobillos, pero a los muchachos apenas les cubrían las rodillas. Las telas se les ajustaban al cuerpo, dejando ver unas piernas marcadas y voluminosas atípicas en una adolescente. Y de la cintura... Ya ni hablar. Han se acercó a un espejo ovalado colgado en la pared sobre un tocador. Echó el cuerpo hacia delante y se examinó como diciendo "¿Qué estoy haciendo con mi vida?"

—Se me están desalineando todos los chakras—decía I.N, sobando su tabique nasal.

—Y ¿si en vez de adolescentes, somos transexuales?—dijo Ni-ki.

—¿Todos? ¿Dónde van a ir tantos transexuales juntos?—respondió confuso Changbin.

—Solo era una idea, pero supongo que tienes razón.

—No, no, en verdad... es genial—las palabras de Sunoo hicieron que todos dejaran de vestirse y le clavaran la mirada encima—. Quiero decir—aclaró su garganta, de repente, avergonzado por todos los pares de ojos sobre su persona—, podemos estar yendo de camino a un evento contra la homofobia. Como esos carruseles que salen en la tele. No sé si me estoy explicando.

—¿Quieres que finjamos ser parte de una marcha contra la homofobia?

—Tío, es exactamente lo que ha dicho—le reprochó Han a Lee Know.