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—Venga. Ya podemos subir.

Cuando el ascensor abrió sus puertas, los chicos restantes subieron solos. Asher se quedó en la primera planta supervisando y Danbi los esperaba en el séptimo piso. La primera tanda ya estaba metida en la habitación y desde dentro, podían escuchar los pasos acelerados de los grupos y Danbi.

—Bueno, ¿y qué viene a continuación?

—Yo creo que hacer silencio y movernos con pies de pluma—aconsejó Jimin mirando por la mirilla. Hasta que las piernas de Lee Know desaparecieron del perímetro, no despegó el ojo.

Taehyung asintió y soltó un bufido. Jimin se apoyó en la puerta. El corazón todavía le iba a mil por hora. Se tomaron muy en serio el consejo de Jimin, tanto, que ni se movieron de la espaciosa entrada. Les dio igual tener un sofá y varios sillones a dos milímetros, a sus ojos, no podían apartar la idea de que sería muy riesgoso tocar cualquier cosa. En la mesita central había un surtido de dulces de bienvenida y en la habitación lo había de bebidas alcohólicas. Delante de la puerta de entrada, a cinco metros, estaban los grandes ventanales con las cortinas abiertas. Las luces están abiertas, pueden vernos de fuera, pensó Jin, siendo el primero en dar un paso en el cuarto. Corrió las cortinas y se dio la vuelta. ¿Por qué todos le miraban?

—¿Qué?

No hubo respuesta, pero sí tres golpes en la cara madera de la puerta que le hicieron subir el corazón a la boca a Jimin.

—Eh, chicos, soy yo, Asher—Jimin tuvo que abrirle la puerta al ser el más propenso a ella—. Tranquilos, ahora me iré, solo quería ver si estabais a salvo. Veo que sí.

Su sonrisa lo dijo todo: él también sufría. Su amor por Danbi debía ser incondicional para haberla seguido hasta allí. Asher entendió la situación y el estado en el que los chicos estaban, por lo que se despidió, dio media vuelta y se fue a otra habitación.

—Yo... necesito una ducha—dijo Jungkook tocando su frente.

—Y yo un trago.

—¿Desde cuándo te gusta el alcohol?—le cuestionó Yoongi a Hoseok con una ceja fruncida.

—Desde hoy.

—Te acompaño.

Tanto Hoseok como Jin se retiraron juntos a la habitación para toma asiento y darse un capricho. Jungkook fue el siguiente en irse y meterse en la ducha aunque... La ropa estaba en su maleta, y su maleta la tenía su guardaespaldas que a saber por dónde andaba. No importaba, hacía calor y no creía que a sus hyungs fuera a importarles verle en calzoncillos. Yoongi también pareció darse por vencido y se unió a Jin y Hoseok tras soltar un ahogado "Dios mío".

Pasaron unos cuantos minutos. La habitación estaba inmersa en un abrumador silencio que se interrumpía únicamente por las gotitas que se estrellaban contra la mampara de la ducha y algún que otro choque de vasos de cristal. Cuando ese silencio se vio interrumpido por el móvil de Namjoon cundió el pánico. Con sus manos de mantequilla, Namjoon intentó acallar el tono de llamada.

—¡Para eso!—exclamó Jimin en un susurro.

—¡Eso intento!

Pero le dio a contestar.

¿Hijo? ¿Me oyes?

Namjoon formuló un "es mi padre" con los labios.

—Sí, te oigo perfectamente.

Me alivia saber que estáis bien. ¿Puedes ponerme en altavoz? Tenéis que saber unas cuantas cosas.

—Chicos—llamó—, decidle a Jungkook que salga y venid.

~Black Swan~ (BTS) (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora