~Black Swan~ (BTS) (FINALIZADA)

26

[🎵🎵🎵]

Cada quien se había encerrado en su habitación para ordenar sus pertenencias y, de paso, aclarar sus mentes. Algo les estaba fallando.

Taehyung...

Jungkook...

Jimin...

Había habido muchas peleas desde que su vídeo se hizo público.

Y eso era preocupante.

Mucho.

Alguien llamó a la puerta de Jimin mientras él medía su muñeca. Ni idea tenía de cómo había terminado haciendo eso si estaba deshaciendo sus maletas.

—Toc, toc—bromeó Namjoon, con una dulce voz entrando a su habitación—. ¿Qué haces?

—Deshacer las maletas. ¿Por qué tú no estás haciendo lo mismo?—Namjoon levantó sus manos con gesto inocente—. Perdón, he sonado muy borde.

Soltó su muñeca y siguió sacando cosas de la primera maleta, dejando las camisas de color sobre sus piernas cruzadas y las blancas y negras en el suelo.

—Estaba de broma—dijo, acercándose y sentándose frente a él—. Ya he terminado y quería ayudarte. ¿Sueles hacerlo mucho?

—¿El qué?—preguntó con desdén, alisando unos pantalones.

—Lo de mesurar tu muñeca.

—Lo hago sin pensar.

Silencio...

—He investigado—Jimin contuvo la respiración. Su cabeza permaneció baja y sus manos siguieron toqueteando sus prendas, pero su mirada se clavó fríamente en la de Namjoon.

—¿Tú también me dirás qué hacer?

—Quiero ayudarte.

Jimin chasqueó la lengua y regresó la mirada a los pantalones que tenía en la mano. Los había arrugado.

—¿Has venido a ayudarme o a lavarme el cerebro?

—A ayudarte.

—No me has entendido—espetó negando.

—¿Es que tú no lo ves?

—¿Ver qué? ¿Ver que tú y Hoseok no paráis de acosarme? Sí, lo veo.

—Jimin-

—Namjoon—interrumpió cortante.

Apretó con furia los pantalones que tenía en las manos y levantó la cabeza. Namjoon tragó en seco.

—Suficiente. Vete.

—Jimin, por favor, solo queremos ayudarte...

—Yo solo quiero que te vayas de mi habitación—Namjoon se quedó inmóvil—. Ahora.

Jimin ya lo había dicho todo. Ignoró que Namjoon seguía ahí y por fin consiguió doblar los malditos pantalones y pasar a la ropa interior. De no ser por el tono de llamada de Namjoon al cual Jimin ni se inmutó, no se habría ido.

—Mamá, qué alegría oírte...

Eso fue lo último que escuchó antes de que su guardaespaldas cerrara la puerta.

Él se quedó ahí, pensando en todo y doblando la ropa sentado en el suelo. Si su madre había sobrevivido, él lo tenía todavía más fácil y, ¿qué le hacía creer a Namjoon que podría conseguir lo que expertos no?

Es batalla perdida, y paso de perder más tiempo con esta mierda.

Y caminando entre pasillos, Namjoon intentaba explicar el motivo de que hubiera días en los que las cámaras de seguridad no habían grabado. ¿En serio tenían que ponerse a mirar grabaciones ahora? ¿Qué buscaban? Total, ya sabían por qué el ordenador de su hijo tenía que ser arreglado cada dos meses por virus de páginas picantonas.