~Black Swan~ (BTS) (FINALIZADA)

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No querían dejar solo a Jimin: se temían lo peor si lo hacían.

Todos se dieron cuenta de que no se habían inmunizado, y las palabras de Hye-yoon retumbaban en sus cabezas. Cada cosa dolía más que la anterior. Era como si estuvieran destinados a la obediencia eterna y a siempre preguntarse: ¿por qué es todo tan difícil?

—Ay...—se quejó Jin al golpearse el hombro contra el marco de la puerta.

Masajeó la zona y salió de la casa de Namjoon en busca de aire fresco. Se sentía realmente asfixiado en esa habitación.

Qué bonito, pensó al mirar el amanecer crecer con sus bellos colores, iluminando las copas de los árboles más altos. Bajó las escaleras de piedra y vio que el sol también se reflejaba en el pequeño estanque del jardín, eso le recordó que, cuando eran niños, la primera vez que pisó esa casa, había peces de colores en el agua. ¿Todavía estarían allí?

Creyó escuchar algo: las piedras del patio estaban siendo pisadas. Estiró la cabeza hacia delante, intentando ver más allá de la esquina de la mansión. Jin creyó que podría ser Taehyung, pues él había salido unos quince minutos antes, por eso fue que no tuvo pudor en acercarse.

—Perfecto—escuchó en el mismo momento que se encontró de cara con un hombre bajito.

Sus ojos se abrieron como platos, y la cámara que portaba en las manos le dijo a Jin que ese pitufo no debería estar allí.

—¿Quién eres?—preguntó.

—Yo...

Se quedó unos segundos pensando. Su mirada se iba turnando con cada cosa detrás del imponente cuerpo de Jin.

Y, ¡fum! Echó a correr lo más rápido que pudo.

—¡Eh, vuelve aquí!—gritó Jin, empezando a correr tras él.

—¡Ayuda, ayuda! ¡Kim Seokjin me ha descubierto!—le habló el hombre a un walkie-talkie.

Ese hombre solo había planeado cómo entrar, pero no cómo salir, lo que le vino como anillo al dedo a Jin, quien gracias a sus duros entrenamientos, logró aplacar al hombre bajo su cuerpo.

—¿¡Quién eres!? ¡Identifícate!

—¡Quita de encima!—decía, removiéndose.

Nos vigilan.

Jin recordó algo en ese momento. Golpeó con la palma de la mano la espalda del hombre para calmarlo y así, arrancarle la cámara.

—¿Qué cojones...?

—Tae, he pillado a este tío espiando.

Taehyung corrió hacia ambos y puso todo su peso sobre sus manos, apoyándose en la espalda de aquel tío.

—Qué coño haces aquí, ¿eh?—dijo Taehyung con vacile.

Pero él no respondió.

—¡Responde!—exigió, agarrando el abrigo negro y estrujándolo entre sus manos.

—¡No soy nadie!

Taehyung bufó.

—Jin, sal de encima—él asintió. Estaba demasiado enfocado en entender el mecanismo de la cámara como para discutir.

Taehyung le dio la vuelta al hombre y se le sentó encima.

Sus oscuros ojos se clavaron en los del hombre. Su pelo, ahora negro, afinó ese rasgo, dándole el toque que le faltaba para que su mirada fuera intimidante.