~Black Swan~ (BTS) (FINALIZADA)

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[🎵🎵🎵]

Por fn...

¿En algún momento podría dejar de mirarse las manos?

Jimin miró hacia la ventana a su izquierda, viendo que ya era de noche y que lo único que lo iluminaba era una luz exterior en la repisa de debajo del gran cristal.

Me quiero morir.

Estaba completamente solo en la habitación y supuso que debió quedarse dormido cuando Goo Yeong intentó hablar con él. La hora rondaría cerca de las cinco de la tarde cuando eso pasó. Ahora, serían casi las doce. Estaba atormentado, joder. ¿Por qué era todo tan difícil? Toda su espalda sintió un escalofrío que se transformó en lágrimas. Su vista se nubló por unos segundos, y con tranquilidad, secó sus ojos con el dorso de su mano.

Creía que podría aguantar.

Pero quiso volar muy alto, y no contó que los metros que había subido serían los mismos que bajaría el triple de rápido.

No, mentira. Sí que lo había contado, pero se negó a creerlo. Y no importaba quién le hablara, él solo podía pensar en una cosa y no sería capaz de responder a nadie sin antes hacerlo con sí mismo.

¿He... tomado la decisión correcta?

Sus dedos temblaban tal y como llevaban haciéndolo todo el día. Y cuando creía que él era lo único que podía hacerse daño, vio la aguja clavada en su piel.

—No...—balbuceó.

Se arrancó la aguja y la arrojó lejos, haciendo que el porta sueros se tambaleara.

—No, no, no...—repetía angustiado.

Cuando quiso darse cuenta, volvía a llorar y la necesidad de salir de ahí fue lo que le dio la fuerza necesaria a su cuerpo para levantarse de la cama y tambalearse por toda la habitación, completamente ciego por las lágrimas acumuladas en sus ojos.

La angustia se apoderaba de él, lo estaban dejando completamente fuera de su cordura y cada vez que veía el suero que lo estaba alimentando perdía el aliento. Levantarse tan rápido le pasó factura. Sintió una dolorosa punzada en su cabeza, y sin poder detener sus pies inquietos, trató de refugiar su cabeza entre sus manos, creyendo que eso calmaría el dolor y, de repente, todo se tornó del mismo color.

—No...—volvió a decir, sin aliento.

Sin nada que poder diferenciar del resto, se encontró perdido, únicamente siendo capaz de notar el golpe contra la cómoda antes de estrellarse contra el suelo.

"Put your head on my shoulder...". Comenzó el tocadiscos.

Jimin sentía que perdería el conocimiento en poco, y el terror de no poder despertar después era enorme.

—No...—sollozó, empezando a golpear con fuerza su pecho.

No, no te pares.

Tosió con fuerza, sin embargo, no dejó de pegarse golpes que cada vez fueron subiendo su intensidad. Sin importarle que todo doliera, sin importarle nada más que seguir haciendo latir a su corazón

"People say love's a game. A game you just can't win...".

Tenía miedo.

Miedo de perderlo todo.

Miedo de no poder sobrevivir una segunda vez.

Miedo... de él mismo.

La grave voz de Paul Anka se colaba a través de sus manos, resonando en su cabeza y aun siendo esa melodía tan ligera, él la sentía sumamente pesada.