~Black Swan~ (BTS) (FINALIZADA)

9

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—¡Vienen mis padres!—exclamó Namjoon en un susurro, ocultándose en el círculo que habían creado para Hoseok—. Hoseok—llamó, moviendo su hombro—, levanta, por favor.

Cedió, pero tuvo que ser ayudado por Namjoon para ponerse en pie. Se había quedado pálido como muchos otros, y por más que todos quisieran saber el estado de todos, tuvieron que ignorarse y enfocarse en la mentira de estar disfrutando el momento.

—Namjoon, cielo. Ya nos vamos. ¿Quieres ir a comer a algún lugar?—con tan solo escuchar la palabra "comer", sus estómagos se revolvieron. ¿Cómo podían tener hambre después de tal espectáculo?

—Preferiría ir a casa—confesó el alto, forzando una sonrisa.

Namjoon se giró hacia Hoseok y acarició suavemente su cabeza para compartir su tranquilidad. Lo mismo hizo con Yoongi antes de irse junto a sus padres. Los presentes se miraron entre ellos y suspiraron a la vez. Qué cosa más horrible, pensó Jin al recordar que ellos podrían haber estado en ese escenario.

Mientras esperaban a sus padres, el móvil de Jimin comenzó a sonar y, extrañado, atendió la llamada procedente de Instagram.

—¿Hola?—preguntó con el ceño fruncido—. Oh, Jungwon.

—¿Jungwon? ¿Quién es ese?—sorprendió el señor Kim acercándose a Jin junto a su mujer.

—Ah... Papá, mamá... Es un amigo de la prepa. No lo conocéis. ¿Nos vamos?—preguntó con rapidez, caminando hacia ambos adultos y girándolos por los hombros.

Jin condujo a sus padres por la calle dejando a los demás en el mismo lugar, medio atentos por la llamada y medio atentos por el mayor que había conseguido evadir a sus padres. Antes de desaparecer definitivamente, lograron ver su pulgar asomar por detrás de su espalda conforme estaba todo bien.

—Hemos salido en directo—todos miraron a Jimin—. Jungwon pregunta si estamos bien. Por lo visto, hasta Daegu ha llegado la noticia.

—¿Os dais cuenta? Esto se está expandiendo cada vez más.

—Hoseok hyung tiene razón. Han empezado a llegar noticias de ciudades de Japón sobre el tema aquí. A nosotros no tendría por qué importarnos lo que pasa en Japón, ¿no?

—Siendo una ley tan importante, técnicamente sí nos incluye, Tae—contestó pensativo Jungkook.

—Vayamos a otro lugar para hablar de esto.

El sol caía con fuerza sobre el rostro de Taehyung, que solo cerraba los ojos y se deleitaba con el calorcillo mientras escuchaba a sus amigos quejarse de algo que no podían remediar. Pero en fin, soñar era gratis.

Solo estaban ellos cinco, apartados de todos bajo un gran árbol del que caían hojas verdes y amarillas y los pájaros cantaban alegres. ¿Por qué todo lo que veían lo relacionaban con el baile? ¿Acaso el caer de las hojas tenía algo que ver con eso?

—Nos cansa todo esto, Heesung. Ver a tantos chicos morir no puede ser bueno...—dijo en tono apagado Jungkook, con su teléfono pegado en la oreja.

—Nos quejamos de cosas irremediables. Nada cambiará por pensar diferente—soltó Yoongi con indiferencia, recogiendo una hoja caída y destrozándola en sus manos.

—Yoongi hyung, ¡no digas eso!—exclamó Heesung.

—¿Pretendéis esconderos hasta morir por viejos? Si no se arriesga, no se gana, hombre.

—Jay, calla o iré a reventarte contra la mesa otra vez—el nombrado rio a través de la línea, consiguiendo que ellos también lo hicieran.

—Os aconsejo buscaron un nombre artístico y entrenar duro. Algunos pasos requieren fuerza y si no se tiene, podéis lesionaros.