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[🎵🎵🎵]

—Jungkook.

—Mi-na, lo siento mucho. Tenía que hacerlo-

Antes de que Jungkook pudiera seguir explicándose, Mi-na lo estrechó fuertemente entre sus brazos.

—Lo sé, y lo entiendo—dijo tomando sus hombros y mirando el sorprendido rostro del pequeño—. Te ayudaré con las maletas—sonrió—. Me alegro de que hayas vuelto y quiero que sepas que puedes contármelo todo antes de que tu madre venga. Lamento lo que te va a hacer.

—¿Qué hará?

—Según lo que llevo escuchando estos días, castigarte.

—Ah... Bueno, ya lo sabía, en verdad. Pero... ¿por qué tú...?

—Porque es injusto—Mi-na besó su frente—. Ve arriba y descansa, Jungkookie.

Jungkook asintió con una sonrisita. Casi creyó que Mi-na era mejor que su madre y su sonrisa se esfumó tras pensar eso. ¿Por qué? Se preguntó. ¿Por qué había pensado algo tan dañino? No era propio de él.

Se encerró en su habitación y guardó sus cosas mientras esperaba el momento de la llegada de su madre. Sentía mucho miedo y por más que se peinaba por el estrés, no conseguía calmarse. Y pum. La puerta de su habitación se abrió de un portazo en el mismo momento en el que esa escena culminaba la mente de Jungkook.

—Ven ahora mismo—sentenció su madre con autoridad volviendo a dejarle solo en la habitación, debatiendo si debía seguirla. Terminó haciéndolo.

—Sabes el castigo que te va a caer, ¿no?—Jungkook asintió con la cabeza gacha—. Es que ya no solo por bailar, me has mentido. Eso es lo peor de todo, Jungkook. Yo no te he educado así.

—Pero-

—No, ni hables porque te giro la cara de un guantazo.

—Ye-jin...—la mirada de la señora Ye-jin cayó en picado sobre Mi-na. Como si le hubiera molestado su intromisión—. Hemos hablado mucho de este tema. Y ¿qué es lo que siempre he dicho? No. Lo. Tolero.

—Y ¿qué pretendes hacer? Es el camino que quiere tomar.

—Pero ¿tú te estás oyendo? ¡No puede!

—Lo que no puede hacer es reprimirse. ¿Qué es de la vida si no puedes vivirla?

—¡Si sigue bailando no podrá vivir nada!

—Por favor, no grites...

Jungkook permaneció estático en su lugar, pasando la mirada de Mi-na a Ye-jin, de Ye-jin a Mi-na mientras el tono de sus voces aumentaba cada vez más. No pudo evitar creer que estaban discutiendo por su culpa.

—¡No me dirás cómo educar a mi hijo!

Concluyó Ye-jin antes de levantarse de la silla e irse al porche de la casa. El moreno prestó atención a todos los gestos que Mi-na hacía. Parecía triste, pero, aun así, pudo esbozar una sincera sonrisa dedicada al pequeño.

—Iré a hablar con ella—sentenció Mi-na.

Jungkook la despidió con un casi inexistente "adiós", incapaz de recobrar la voz. Se sentó devastado en su cama, decidiendo en si debería escuchar un poco de música o esperar a que Mi-na volviera con su madre, juntas y tomadas del brazo diciendo que estaba todo bien. Que él estaba castigado, pero que ellas estaban bien.

Desde su habitación fue capaz de escuchar gritos de su madre. No podía deducir qué era lo que exactamente estaba diciendo, solo que parecía estar muy enfadada. Y casi media hora después, escuchó varios pasos apresurados en el pasillo acompañados de los mismos gritos de hacía ya unos minutos.

~Black Swan~ (BTS) (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora