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—Me lo llevo al baño. Vosotros vigilad que no venga nadie.
Hoseok levantó al rubio y lo llevó por delante de él. Asomó la cabeza por la puerta y cuando no vio a nadie, salió junto a Jimin que no dejaba de quejarse y maldecir. En el suelo de la pista se había quedado la mancha del líquido resplandeciendo por las gotas de lluvia que resbalaban por las ventanas. Namjoon soltó un profundo suspiro y sacrificó su toalla para limpiar ese desastre, teniendo la única iluminación de algún que otro relámpago que caía fuera. Por otra parte, Jimin intentaba mantenerse al margen de Hoseok. Lo empujaba cuando se le pegaba, queriendo tener el menor contacto físico con él, en su mayor parte, dominado por el miedo a que algo tan personal como verlo en ese estado saliera a la luz. Solo se dejó tocar cuando la sangre paró de brotar de su brazo y pasó a quedar rojo por la fuerza que Jimin ponía sobre su delicada piel.
Perdió los estribos poco después
—Tranquilo, tío.
—¡No, no me toques! No me toques...—gritó, apartándose bruscamente del ajeno—. No necesito ayuda.
—Pero... Jimin...
La mano de Hoseok se puso sobre el tembloroso hombro de Jimin en el mismo instante en el que sus rodillas impactaron contra el suelo. Sus manos se mantuvieron dentro del lavamanos, lo que provocó que riachuelos de agua corrieran hasta empapar el cuello de su camiseta.
Todo le dio vueltas en aquel momento. Sujetó con rabia su cabeza y soltó un estruendoso grito que horrorizó a Hoseok. No sabía cómo actuar ni qué decir. Jimin parecía estar a punto de explotar y, en ese momento, se juró nunca volver a desconfiar de Kim Namjoon. El rubio convulsionó unos segundos antes de levantarse y correr hacia uno de los cubículos.
—Jimin-shi...
El castaño limpió el lavamanos de los restos de sangre y detuvo el correr del grifo bajo las arcadas y los sonoros espasmos del rubio sin poder manifestarse de otra forma que no fuera con una mueca de asco. Era horrible.
—No puedes seguir así—soltó Hoseok en voz baja—. Te estás matando, Jimin.
El castaño lo encaró por primera vez. Jimin, sentado en el suelo, todavía sujetando la taza del váter y temblando, no fue capaz de mirarlo.
—Mira, no soy nadie para decirte qué hacer, pero-
—No quiero hablar del tema.
—¿No crees que ya has tenido suficiente? ¿No crees... que ya has sufrido bastante? Joder, Jimin-shi, este no eres tú.
—¡Es que no puedo hacerlo! ¡No puedo!—repitió más fuerte viniéndose abajo—. ¡Yo quiero ser como antes! ¡Quiero poder hacer lo mismo que antes...! Pero... no puedo...
Se levantó a duras penas, sintiéndose devastado y completamente indefenso.
Lloraba.
Lloraba de rabia, impotencia, y quizás tenía celos de sus amigos. ¿Cuántas veces les había visto comer de todo sin él poder hacer lo mismo? ¿Cuántas veces quiso coserse la boca para evitar malos tragos? Y... ¿cuántas veces había llorado en silencio queriendo acabar? Esas espirales de emociones que solo aparecían en la intimidad lo tenían dominado y cogido por el cuello. Comer más de una o dos veces al día era el fin del mundo para él, y cada vez que veía el número de la báscula subir tras su duro esfuerzo, solo alimentaba sus ganas de suicidarse. "Haz más ejercicio", "todo está en tu mente", "pero no llores, come un poco y ya". ¡Joder! ¡Si fuera tan fácil no habría llegado a ese extremo!
Llorar era su única alternativa para no acabar con su vida y ocultarse tras esa dura faceta que había desarrollado lo ayudaba a mantener la calma.
Hasta Hoseok pudo sentir su dolor al verlo llorar como nunca antes. No sabía por lo que había pasado, pero haría lo que fuera para ayudar a su amigo a salir de esa, empezando por un cálido abrazo que Jimin aceptó sin rechistar. Guau... Era el primer abrazo que daba en mucho tiempo.
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~Black Swan~ (BTS) (FINALIZADA)
Fanfiction"2012. Cuando todo parece estar destinado, y velar por la libertad parece imposible, resulta que no termina siendo así. Un mundo donde el baile es considerado pecado en los hombres, siete chicos se arriesgan por seguir haciendo lo que tanto aman aún...