~Black Swan~ (BTS) (FINALIZADA)

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—¿Dónde están los otros?

Namjoon contuvo la respiración y la cabeza baja, pasando por al lado de Han y Yoongi. Yoongi miró hacia arriba, en busca de los ojos de Han. Se miraron, y miraron a Namjoon. Yoongi murmuró su nombre, pero él negó.

No podía ser cierto, se rehusaba a creer sus propias hipótesis. Los balazos no habían sido el motivo por el que Hoseok, Jin y Jimin... No. No lo eran.

—Lo siento... No he podido mantenerlos a salvo—dijo hasta que su voz desapareció.

Soltó un largo suspiro, cargando con el peso de haber dejado morir a la mitad de ellos y el de su propio miedo. No tenía la opción de rendirse, y no debía, pero pensarlo era tan fácil... Apretó con fuerza su tabique nasal, aguantando los sollozos y las lágrimas. Debes salvarnos, se dijo. Levantó su brazo, invitando a Han a ir por delante de él y lo acompañó con la mano en su espalda. Yoongi agarró su camisa, provocando que Namjoon bajara la cabeza.

—Sabes que no es culpa tuya, ¿verdad? Nada lo es.

Los pies del alto se frenaron, pero Han siguió, con la mirada de Yoongi puesta sobre la suya hasta que no pudo girar más el cuello. Bangchan fue el primero en pisar las ferrosas escaleras, por lo que le tocó esperar a que los chicos fueran pasando. Subido a la barandilla no más gruesa que dos manos y sujetándose de un hierro clavado en la pared, tomó el brazo de Ni-ki, lo afirmó y acompañó su salto hacia él.

—Ni-ki, listo—dijo, observando la mano temblorosa de Jungkook agarrarse con fuerza a la esquina tras la repisa de una ventana.

El moreno miró hacia abajo. No debería haberlo hecho. Le dio muchísimo vértigo y en verdad pensó que los brazos le habían fallado y que el corazón había dejado de latirle. Se abrazó al tubo de hierro desgastado e hiperventiló unos segundos hasta que se atrevió a poner un pie en la repisa.

—Vamos, Jungkook, ya casi estás—animó Bangchan brindándole una sonrisa y estirando su brazo y su cuerpo hacia el muchacho. Su cuerpo quedó tendido en el aire, sobre cientos de metros del suelo y no parecía tener miedo. Ojalá Jungkook hubiera podido nacer con su coraje.

Se pegó a la pared y avanzó lentamente mientras Han se preparaba en la esquina.

—Cógeme...—pidió con voz temblorosa.

—No tienes que pedírmelo.

Jungkook apartó el rostro cuando una fuerte brisa de viento le pegó en la cara. Bufó.

Uno...

Dos...

Y tres...

Saltó, siendo recibido en el pecho de Bangchan el cual le palmeó la espalda para calmarlo. El chico se quedó inmóvil cuando Ni-ki lo ayudó a bajar y no tuvo mejor escapatoria que sentarse y hacerse un ovillo de lana en la esquina bajo el cuerpo de Bangchan. Los demás pasaron más rápido. Tuvieron que hacer mucha fuerza para que Yoongi no cayera porque pobre, iba en desventaja con un solo brazo. Namjoon fue el último en atravesar, espolvoreó su ropa en un intento de mostrar confianza y juntos empezaron a bajar escaleras. Cada escalón crujía más fuerte que el anterior y sus pasos aceleraban de igual manera que el viento empezaba a calmar su intensidad anhelando escapar del puñetero hotel. Fue casi a la velocidad de la luz la rapidez en la que llegaron al fin de las escaleras. Se permitieron recuperar el aliento unos segundos antes de cambiar a Yoongi de portador y echar a correr de nuevo.

—¿Por qué no cogemos un coche?—preguntó Taehyung con la voz temblante.

—El único que sabía conducir era Jin, y haríamos demasiado ruido.