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[🎵🎵🎵]

¿Por qué no respira? ¿¡Por qué no encuentro el latir de su corazón!?

¿De dónde venía esa melodía?

Hoseok sentía su mano vibrar sobre el bolsillo delantero del pantalón de Jimin. Alguien le llamaba.

—Jimin... No te vayas—sollozó Hoseok.

Apartó el cabello rubio de la frente de Jimin y se arrodilló para poder apoyar al muchacho sobre el suelo.

Contuvo el aliento.

Llevó su oreja al pecho de Jimin.

Y no escuchó nada.

Cubrió su boca una milésima de segundo mientras las lágrimas abundaban en sus ojos. Aunque nunca lo hubiera hecho, sabía que debía ser él quien lo reanimara o Jimin...

Hoseok entrelazó sus dedos y empezó a hacer compresiones en el centro de su pecho. Llevaba unas setenta y seis cuando paró y pensó si lo estaba haciendo bien. Mierda, desearía haber prestado atención cuando lo explicaron. Puso su oreja a escasos centímetros de los labios de Jimin. Una pequeña brisa de aire caliente abrazó su oído, permitiéndole respirar de nuevo y soltar un suspiro de alivio cuando vio el pequeño iris de los ojitos de Jimin.

—Te pondrás bien, lo prometo, lo prometo, prometo cuidarte y estar allí cuando necesites de mí—comenzó él, con la vista nublada por las lágrimas—. Hye-yoon va a salvarte, pero tienes que vivir... Vive. No dejaré que vueles.

Dejarle morir en sus brazos no sería lo que haría. Lo cogió en brazos y se levantó, con la sensación de estar cargando un saco de huesos. Y esa canción... ¿Nunca callaría? The Platters era un gran grupo, pero, joder, ¡escuchar sus canciones en ese momento era un coñazo! Corrió todo lo que pudo por la casa hasta la puerta, la misma que se abrió de repente. Changbin y Jungwon le pusieron la mirada encima a Jimin.

—¿Qué...?

—¿¡Quién os ha traído!? ¡Que no se vaya!

Hoseok pasó por medio de ambos y salió a la calle.

—¡¡Danbi!!—chilló para que pudiera ser escuchado incluso a través del cristal.

Danbi giró la cabeza y frunció el ceño cuando vio a Hoseok llorando.

Las puertas del monovolumen se abrieron, y de su interior salieron Felix y Seungmin. Sin hacer ningún tipo de pregunta, Hoseok les dio a Jimin rápidamente mientras a ellos les daba la orden de entrar en el vehículo y a Jungwon y Changbin la de quedarse en casa de Jimin. Los muchachos dentro del monovolumen entraron en pánico cuando se cerraron las puertas y Hoseok pidió a Danbi ir a casa de Jin. Sabían que visitar a Kim Hye-yoon no era bueno, o eso habían aprendido. Felix le cedió su asiento al moreno en pleno trayecto para que pudiera estar junto a Jimin y tomar una vez más su pulso. Sin embargo, no pudo deducir si las pulsaciones eran suyas o del rubio. Estaba demasiado nervioso. Pero si existía una respiración, también deberían hacerlo las pulsaciones, ¿verdad?

Hoseok no contestó a ninguna de las preguntas que se le hicieron, y rogó que, al llegar donde Hye-yoon, solo él y Jimin entrarían en la casa.

Hoseok abrió las puertas incluso antes de que Danbi frenara y saltó de su asiento sin quitarle el ojo a Jimin. Jay ayudó a Hoseok a mover a Jimin, y con un rápido "gracias", se fue a aporrear la puerta de la casa de Jin, siendo Sunghoon quien le abrió la puerta.

—Felix, llama a los chicos y diles que estoy de camino—dijo Danbi, poniendo la tercera marcha y saliendo a toda mecha de allí.

Desde allí... Todo pasó a cámara lenta. Hye-yoon se echó las manos a la cabeza al llegar a la entrada, donde Hoseok lloraba al borde de un ataque de ansiedad. Sobre sus brazos, un trozo de carne blanco de pelo rubio y raíz oscura, manos y piernas esqueléticas, y rostro sumido en la nada, sin color ni volumen. Llamó a Jin y le pidió que lo llevara a su habitación mientras él preparaba lo que necesitaba. Goo Yeong hizo bien en contarle la situación de Jimin.

~Black Swan~ (BTS) (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora