~Black Swan~ (BTS) (FINALIZADA)

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Ya vale, ¿no?

Todo parece irreal.

—Ten mucho cuidado, Jungkook. Has estado muy expuesto últimamente.

Él tan solo asintió desde el asiento de copiloto.

Creía que podría distraerse con las vistas, pero todo estaba cubierto por una espesa neblina, apenas se veía la carretera.

Nadie se creería que estaban en verano.

Encima, era de madrugada. Eso volvía nula la visión sobre el camino.

Mi-na volvió a llamar dos horas después, informando de que le pagaría el billete a Busan.

Pudo superar el ataque de ansiedad que tuvo frente a la situación de Yoongi, pero es que ni siquiera pudo reaccionar ante... eso. Solo se le metió en la cabeza coger las cuatro cosas que había llevado al apartamento de Kim Hye-yoon e irse lo más rápido que pudiera.

¿Qué pasará conmigo ahora?

Nada en absoluto volvería a ser lo mismo dentro de la vida de Jungkook, y ver pasar las señales de tráfico, borrosas por la niebla ya no le gustaba como siempre lo habían hecho. Cruzó una pierna sobre la otra, ocultó sus labios tras su puño y se abrazó con el otro brazo.

Él había visto la situación de su madre. Vio en lo que su madre se estaba convirtiendo. Deudas de bares a los que acudía llegaban a casa más de un día. Él fue atacado por su madre y simplemente... lo dejó pasar. Todavía le dolía la puñalada, pero no supo si en ese momento la sintió por recordarlo. Solo que lo sintió.

Y dolió.

Dios, dolió más que mil malas palabras.

—¿Seguro que no quieres que vaya contigo a Busan? Yo volveré aquí cuando Mi-na te recoja, si es lo que te preocupa—habló en tono suave.

—No es necesario—murmuró.

Sintió una presión en el corazón al hablar.

Asher guardó silencio un instante.

—Me sabe mal no poder hacerte sentir mejor. Supongo que tampoco me conoces y... te he estado observando. Eres un chico tímido con gente como yo.

Sabía que no podía contestar, porque pronunciar una sola palabra desataría el nudo que llevaba en la garganta y que tanto estaba luchando para que allí siguiera.

Llegaron a la estación de tren y Jungkook bajó a toda prisa del coche de Asher. El hombre de piel oscura escoltó a Jungkook hasta la entrada del aeropuerto por petición suya.

—Cuidaremos los unos de los otros, y prometo llamarte para ir informándote sobre Yoongi-

Asher se quedó en silencio en cuanto el menor alzó por primera vez la mirada. Jungkook fue dejando caer poco a poco sus brazos cruzados y dio dos pasos al frente, lo justo para abrazar a Asher y decir un casi inaudible "gracias".

Asher dijo que todo estaría bien tras darle un poco de afecto al muchacho para sacar el billete y subirse al tren. El fuerte contraste de iluminación del exterior al interior hizo que sus ojos dolieran.

Se sentó junto a una ventana. Pudo ver el coche de Asher irse.

Abrazó su billete y lo apretó contra su pecho, siendo eso lo único sobre lo que ahora mismo tenía control.

No había nadie en el tren.

Solo él y su billete de ida y vuelta.

Dos largas horas de viaje pasaron hasta que llegó a la parada. Las puertas se abrieron, y lo primero que vio fue a Mi-na. Conservaba su pelo negro, pero lo había cortado. Ahora le llegaba hasta los hombros.